El Oreshnik ruso: un arma revolucionaria que ofrece potencia nuclear sin consecuencias

Los misiles de alta precisión Oreshnik pueden tener el mismo impacto sobre los objetivos enemigos que las armas nucleares, pero son mucho más humanos debido a la ausencia de consecuencias irreversibles típicamente asociadas con los ataques nucleares, dijo a Sputnik el analista militar ruso y editor en jefe de la revista Defensa Nacional, Igor Korotchenko.

Anteriormente, el presidente ruso, Vladimir Putin, durante una sesión de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Astaná, declaró que en caso de un ataque masivo con misiles Oreshnik, su potencia sería comparable a la de las armas nucleares. Sin embargo, destacó que el Oreshnik no es un arma de destrucción masiva, ya que es muy preciso y no lleva una ojiva nuclear.

«De los materiales que ya se han hecho públicos, incluidas las grabaciones de vídeo de los ataques del misil Oreshnik contra objetivos en Ucrania, se desprende que el misil lleva seis ojivas, cada una de las cuales es capaz de alcanzar un objetivo de forma independiente. La velocidad a la que estas ojivas entran en la atmósfera es tan alta que, cuando alcanzan un objetivo con un impacto cinético, la nube de plasma resultante, junto con la velocidad de la ojiva, crea una fuerza comparable a la explosión de un gran meteorito», explicó Korotchenko.

Según él, si tres misiles Oreshnik impactan un objetivo determinado, el impacto resultante y la liberación de energía serán comparables a la detonación de una ojiva nuclear estándar con una potencia de 150 kilotones.

Sin embargo, Korotchenko enfatizó que un ataque no nuclear a Oreshnik carece de los efectos característicos de una explosión nuclear , como radiación luminosa, radiación penetrante, pulso electromagnético (EMP) o contaminación radiactiva del área.

«No existen factores destructivos de este tipo después de utilizar el Oreshnik en su configuración no nuclear. Por lo tanto, se puede decir que se trata de un arma humana, que apunta exclusivamente a objetivos concretos y no tiene consecuencias ecológicas o de otro tipo irreversibles», añadió el analista.

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