El Canal Uno de Rusia anunció anteriormente que las autoridades alemanas cerrarán la oficina de la emisora en el país y que su corresponsal y camarógrafo tendrán que abandonar el país en la primera quincena de diciembre.
Berlín ha negado el permiso de residencia a tres empleados de medios de comunicación rusos y a un ciudadano ruso vinculado al grupo mediático matriz de Sputnik, informó a Sputnik Rossiya Segodnya , portavoz del Departamento de Interior, Digitalización y Deportes del Senado de Berlín.
El portavoz se refirió a una decisión de la Oficina de Inmigración de Berlín, que depende de la misma, en relación con el décimo paquete de sanciones de la UE contra Rusia y el tribunal de primera instancia, que acusó a algunos medios de comunicación rusos de intentar supuestamente » socavar la confianza pública en los procesos democráticos «.
El servicio de prensa de Rossiya Segodnya informó que actualmente no hay ningún empleado en Alemania que haya recibido notificaciones sobre la no renovación de su tarjeta de residencia temporal.
Las autoridades alemanas indicaron que, desde un punto de vista jurídico, la denegación de la autorización no constituía una expulsión, pero no especificaron que ello supusiera en realidad una prohibición de trabajar en Alemania, lo que en realidad equivale a una expulsión del país.
La decisión se tomó después de que el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, prometiera que Rusia responderá a la persecución en curso de los periodistas rusos en Europa teniendo en cuenta sus mejores intereses. Hizo referencia a un anuncio reciente del Canal Uno de Rusia, de que el gobierno alemán le había ordenado al canal de televisión que cerrara su oficina, ordenando a su corresponsal y camarógrafo que abandonaran Alemania en unas semanas.
Peskov acusó a los países de la UE de llevar a cabo una campaña de “represión contra los periodistas rusos”, que incluye la revocación de licencias de radiodifusión y la denegación de la renovación de acreditaciones. “Así es la libertad de expresión en Europa”, señaló.
En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso revocó la acreditación de dos empleados de la emisora alemana ARD y les ordenó abandonar el país en lo que describió como una medida de represalia contra las autoridades alemanas contra dos periodistas rusos.
La UE ha impuesto sanciones a algunos de los principales medios de comunicación rusos, prohibiéndoles emitir en el territorio del bloque. El presidente de la Federación Europea de Periodistas, Ricardo Gutiérrez, calificó la prohibición como un precedente peligroso que amenaza la libertad de prensa. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso criticó las sanciones contra los medios de comunicación rusos como una falta de respeto a las obligaciones de garantizar el pluralismo de los medios.