MOSCÚ — Los países occidentales tratan de desatar una revolución de colores en Georgia, advirtió el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. En sus palabras, de este modo, Occidente solo provoca conflictos internos.
«No es necesario hablar detalladamente de que la situación en el mundo sigue siendo extremadamente tensa y cada día se vuelve más tensa gracias a los esfuerzos de nuestros colegas occidentales. (…) No desdeñan diversos métodos geopolíticos sucios, desde organizar guerras de información a gran escala hasta desatar directamente revoluciones de colores, como ahora están tratando de hacer en Georgia», subrayó durante una reunión con los jefes de los servicios especiales y de seguridad de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
De este modo, continuó el canciller, los Estados occidentales provocan conflictos internos y focos de tensión en otros países del mundo, por ejemplo utilizan una red de organizaciones no gubernamentales para desestabilizar la situación política interna en los Estados del sur global y el oriente global.
La Comisión Electoral Central (CEC) de Georgia publicó el pasado 16 de noviembre el acta con los resultados finales de los comicios parlamentarios celebrados el 26 de octubre.
Según este documento, los ganó el partido gobernante Sueño Georgiano, al reunir el 53,93% de los votos y recibir 89 mandatos en el Parlamento de 150 escaños.
Cuatro partidos opositores obtuvieron representación en el Parlamento, pero declararon que no reconocen los resultados anunciados por la CEC y se niegan a recibir los mandatos de diputados.
La oposición georgiana califica de falsificados los resultados de la votación y exige organizar una investigación internacional y convocar nuevos comicios legislativos.
La Fiscalía de Georgia abrió una investigación con motivo de las afirmaciones de la oposición sobre la supuesta falsificación de los resultados de las elecciones, pero la mayoría de los opositores se niega a cooperar con este organismo judicial.
El pasado 26 de agosto, la inteligencia rusa alertó que Estados Unidos prepara una «revolución de colores» en Georgia por no estar de acuerdo con la situación política actual en el país.