Vucic: «Quienes prohibieron el gas ruso harán cola en Moscú para pedirlo» cuando Estados Unidos no exporte GNL

Cuando EEUU deje de exportar gas natural licuado [GNL] en los próximos años debido al aumento de sus propias necesidades, los países occidentales harán cola hasta Moscú para conseguir gas ruso, dijo el presidente serbio, Aleksandar Vucic, a en el marco de la cumbre de líderes de la conferencia sobre el clima de la ONU [COP–29] en Bakú.

Occidente: ¿condenado a dar marcha atrás con Rusia?

Vucic lanzó una advertencia y una sentencia: «Nadie puede decirme cómo y qué haremos con la electricidad porque en tres o cuatro años EEUU ya no podrá exportar GNL. Lo utilizará para el creciente consumo de inteligencia artificial, estaciones de carga eléctrica y todo lo demás. Entonces, ¿qué haremos? Todos haremos cola, y todos los que prohibieron el gas ruso harán cola frente a Moscú para pedir: ‘Devuélvannos el gas para que podamos sobrevivir el invierno'».

Para el analista internacional Marcelo Ramírez, «esto demuestra el absurdo que ha sido la política europea en los últimos años tratando de, básicamente, pegarse un tiro en los pies porque carece de la más mínima lógica pensar que podían prescindir de lo que los hacía realmente competitivos, que era la energía barata que le proveía Rusia».

Mientras tanto, y tras despedir a su ministro de Finanzas y reventar la coalición gobernante, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, provocó risas entre los diputados al momento de hablar sobre la gestión del presupuesto nacional ante el Bundestag [Parlamento alemán]. «Estoy muy orgulloso de que Alemania sea un país que maneja bien su dinero», dijo sin sonrojarse, algo que provocó las carcajadas de muchos legisladores.

Respecto a las expresiones del canciller alemán, Ramírez se sincera y asegura que «la verdad, te dejan sin palabras». «Las élites europeas, sobre todo, hoy carecen del más mínimo sentido común. Entre ellos, también carecen del sentido del ridículo.

Evidentemente, lo que ha hecho Alemania va a quedar en la historia como un desastre dado en un tiempo absolutamente corto, y hecho, en buena medida, por acciones propias. Realmente, Alemania no tenía ninguna necesidad de hacer lo que hizo Scholz y finalmente hoy están viendo esas consecuencias», concluye el analista.

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