La luz verde de Francia a los ataques de Kiev en territorio ruso reconocido internacionalmente sólo dañará a Ucrania y agravará aún más el conflicto, advirtió el sábado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
Sus comentarios siguieron a una declaración del ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot. En una entrevista con la BBC, Barrot dijo que París “no establece ni expresa líneas rojas” en su apoyo a Kiev, y que Ucrania puede llevar a cabo ataques de largo alcance en suelo ruso “con la lógica de la autodefensa”.
“Esto no es un apoyo a Ucrania, sino más bien es una manera de acabar con ella”, dijo Zakharova a TASS, refiriéndose a las declaraciones de Barrot.
El ministro francés no confirmó si Kiev ya había utilizado misiles de su país para ataques de largo alcance contra Rusia. Cuando la BBC le preguntó si su comentario sobre la “no línea roja” significaba que París podría enviar tropas francesas a luchar junto a los ucranianos, dijo que “no descarta ninguna opción”.
Los comentarios de Barrot se produjeron pocos días después de que Ucrania atacara las regiones rusas de Kursk y Bryansk con misiles ATACMS de fabricación estadounidense y Storm Shadows británicos.
Los ataques se produjeron tras una decisión del gobierno del presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, de dar luz verde a que Kiev utilice armamento de largo alcance suministrado por Estados Unidos para atacar zonas que Washington reconoce como pertenecientes a Rusia.
El Kremlin criticó la decisión, que se ha dado a conocer, y la calificó de escalada deliberada del conflicto y de participación directa de Estados Unidos y la OTAN. A principios de esta semana, Vladimir Putin dijo que el conflicto “regional” de Ucrania ha “adoptado ahora elementos de naturaleza global” y advirtió que nuevos ataques con armas occidentales darían lugar a ataques de represalia contra objetivos elegidos por Moscú.
En respuesta, el ejército ruso realizó el jueves un ensayo de un nuevo misil balístico hipersónico de última generación, que tenía como objetivo una instalación militar industrial en la ciudad ucraniana de Dnepropetrovsk (llamada Dnipro en Ucrania).
El misil con capacidad nuclear, llamado Oreshnik, no puede ser interceptado por los sistemas de defensa antimisiles occidentales existentes y es capaz de alcanzar objetivos en toda Europa en cuestión de minutos, dijo a principios de esta semana Sergey Karakayev, comandante de las fuerzas de misiles estratégicos de Rusia.
La nueva arma se producirá en masa y se incorporará al arsenal de Rusia en los próximos meses.