La decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el exministro de Defensa del país hebreo, Yoav Gallant, es una medida «escandalosa» que ha convertido la justicia universal en una «burla universal», declaró este jueves el presidente del Estado hebreo, Isaac Herzog.
«Este es un día oscuro para la justicia, un día oscuro para la humanidad», expresó el mandatario israelí, que mostró su malestar por el hecho de que la decisión «ignora el hecho de que Israel es una democracia vibrante, que actúa conforme al derecho humanitario internacional y que hace todo lo posible por atender las necesidades humanitarias de la población civil».
«En efecto, la decisión ha elegido el lado del terror y del mal frente al de la democracia y la libertad, y ha convertido el propio sistema de justicia en un escudo humano para los crimines contra la humanidad de Hamás», denunció Herzog.
Por su parte, el canciller del país, Gideon Saar, acusó a la CPI de haber «perdido toda la legitimidad para su existencia y actividades» tras emitir unas órdenes que calificó de «absurdas». «Es un defecto moral que convierte el bien en mal y sirve al mal», opinó.