El miércoles por la noche, un hombre intentó acceder al Supremo en Brasilia y, al no conseguirlo, lanzó artefactos explosivos frente al edificio y se quitó la vida.
Tras el atentando que golpeó esta semana el corazón político de Brasil, la Cumbre de Líderes del Grupo de los Veinte (G20) se celebrará el próximo lunes y martes en Río de Janeiro con la alerta puesta en la seguridad del evento, en el que participarán decenas de jefes de Estado.
Tal y como estaba previsto antes de las explosiones en Brasilia, desde el jueves, militares de las Fuerzas Armadas se encuentran en Río de Janeiro para reforzar la protección de las delegaciones. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dio luz verde a un decreto de Garantía de la Ley y el Orden (GLO), entre el 14 y el 21 de noviembre, que permite que 9.000 soldados patrullen las calles.
También participarán unos 15.500 agentes de la Policía Militar y se utilizarán drones y aviones, barrido antibombas, perros rastreadores, equipos de francotiradores y 573 vehículos patrullarán las inmediaciones del megaevento internacional.
El ministro de la Secretaria General de la Presidencia brasileña, Marcio Macedo, hizo hincapié en que la seguridad en Río de Janeiro «es muy profesional y se lleva a cabo según estándares internacionales».
«Mayor tensión»
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, Víctor Santos, afirmó que la principal misión del operativo de seguridad es proteger la imagen de Brasil y de Río de Janeiro. «Las Fuerzas de Seguridad Pública están listas para garantizar el éxito de este evento, velando por la tranquilidad y seguridad de todos los que estarán presentes durante este periodo», aseveró.
«Por supuesto, que lo ocurrido ayer [el miércoles] genera mayor tensión. Toda la seguridad tiene la atención puesta en este hecho. Pero ese tipo de explosivo era casero, no sofisticado, lo que se podría haber evitado con una buena búsqueda (…) Lo ocurrido hace que prestemos aún más atención al acceso de las personas a los eventos que tendrán lugar en los próximos días», aseguró.
El miércoles por la noche, Francisco Wanderley Luiz, un cerrajero de 59 años que fue candidato a concejal del Partido Liberal (PL), formación que lidera Jair Bolsonaro, intentó acceder al Supremo y, al no conseguirlo, lanzó artefactos explosivos frente al edificio, hasta que en un momento determinado se quitó la vida.
Este ataque frente al Supremo, que no causó más víctimas, estuvo precedido de otra detonación de unos explosivos colocados en el interior del coche de Luiz, que dejó aparcado al lado de un edificio anexo a la Cámara de los Diputados.
En referencia al G20, el secretario de la Policía Civil, Felipe Curi, dijo que el escuadrón antiexplosivos realizará un barrido diario en busca de artefactos.
Se espera que 55 delegaciones de 40 países y 15 organizaciones internacionales participen en la cumbre en la ciudad carioca, y entre los confirmados están los presidentes de EE.UU., Joe Biden, y de China, Xi Jinping.
La presidencia del G20 es rotativa. Este año, en el que Brasil está al cargo, se dio prioridad a tres temas: combate al hambre, el cambio climático y una nueva gobernanza global.