Bielorusia invita a la Unión Europea a dialogar para resolver problema migratorio

Minsk, 15 nov.  Bielorusia llama a los estados vecinos de la Unión Europea (UE) a entablar un diálogo para solucionar el problema de la migración irregular, declaró hoy el secretario del Consejo de Seguridad del país, Alexandr Volfóvich.

«Hay que buscar formas de resolver juntos el problema, de parar el flujo de personas. Es necesario sentarnos a la mesa de negociaciones, mantener un diálogo, desarrollar algunos pasos constructivos conjuntos», dijo Volfóvich este viernes a la agencia de noticias BelTA.

En este contexto, es importante mantener una interacción más estrecha, «sobre todo, con los países vecinos: los países bálticos y Polonia», recalcó.

Minsk está listo para celebrar las consultas sobre el problema e incluso acoge este viernes la Conferencia internacional sobre la lucha contra la migración irregular, pero ni Polonia ni los países bálticos participan en el evento, lamentó el secretario.

Por su parte, el presidente del Comité Nacional de la Guardia Fronteriza de Bielorusia, Konstantín Mólostov, afirmó durante la conferencia que los países vecinos de la UE hacen caso omiso de las iniciativas de Minsk orientadas a resolver juntos el problema.

Desde el empeoramiento de la situación migratoria, lamentó, los estados vecinos de la UE decidieron no mantener un diálogo constructivo, sino militarizar la zona fronteriza, empezar una confrontación y hacer caso omiso a las cuestiones de cooperación fronteriza.

Hoy utilizan métodos radicales para resolver el problema migratorio emergente, denunció Mólostov.

Asimismo, subrayó que los servicios fronterizos de los vecinos europeos suspendieron la cooperación con sus colegas bielorrusos, manteniendo la interacción solo para resolver cuestiones técnicas del mantenimiento de la frontera.

La situación en demarcación de Belarús con Polonia, Letonia y Lituania se agravó en noviembre de 2021, después de congregarse ahí miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Oriente Medio, con la esperanza de entrar en la UE.

Lituania, Letonia y Polonia acusaron a Belarús de orquestar una crisis migratoria para desestabilizar a la UE en respuesta a las sanciones. Minsk negó categóricamente su implicación en la organización de la afluencia de los inmigrantes indocumentados. Los guardias fronterizos belarusos en más de una ocasión denunciaron que sus homólogos europeos expulsan por la fuerza hacia Belarús a los solicitantes de asilo.

 

 

 

 

 

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