El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, busca revisar las políticas energéticas y ambientales, con el objetivo de desmantelar la llamada agenda “despierta” y eliminar los programas que impiden el crecimiento económico del país, informó The New York Times, citando fuentes familiarizadas con el asunto.
Según el artículo publicado el viernes, el equipo de transición energética y medioambiental de Trump ya ha preparado “una serie de decretos ejecutivos y proclamaciones presidenciales sobre clima y energía” . Las medidas incluirían el abandono por parte de Estados Unidos del Acuerdo de París, un tratado internacional sobre cambio climático adoptado en 2015.
La remodelación de los límites de los monumentos nacionales Bears Ears y Grand Staircase-Escalante, en el sur de Utah, para abrir terrenos a la perforación y la minería también está en la agenda. El presidente estadounidense Joe Biden amplió el área protegida en 2021.
Según se informa, el equipo de Donald Trump también está dispuesto a desechar las llamadas iniciativas de justicia ambiental de Biden, que favorecen el desarrollo de energías limpias y la reducción de la contaminación. Esto implica, entre otras cosas, poner fin a la suspensión de permisos para nuevas terminales de exportación de gas natural.
La publicación señaló que Trump está planeando nombrar un “zar de la energía” para reemplazar al “zar del clima” de Biden.
El cargo se dedicará a agilizar las políticas relacionadas con la producción de petróleo, gas y carbón para impulsar la oferta en lugar de limitar la demanda. El gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, quien anteriormente ayudó a abrir millones de acres de tierra pública para el fracking, y el ex secretario de Energía Dan Brouillette, están siendo considerados para el puesto.
Otros planes incluyen la reubicación de agencias federales, incluida la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), fuera de Washington. Anteriormente, Trump sostuvo que esos departamentos y agencias federales deberían trasladarse a “lugares llenos de patriotas que amen a Estados Unidos”.
“Así es como destruiré el Estado profundo”, dijo en un vídeo de campaña el año pasado.
Aunque los empleados de la EPA no están de acuerdo con la medida, los aliados de Trump dicen que el modelo de transición se basa en las políticas de la administración Biden a la inversa, cuando se contrataron “cientos de empleados” el primer día para implementar iniciativas de cambio climático.
“Tienen el modelo de lo que hizo Biden el primer día, la primera semana, el primer mes”, dijo Myron Ebell, quien dirigió la transición de la EPA durante el primer mandato de Trump. “Estudiaremos lo que hizo Biden y le pondremos un ‘no’ delante”.
En las conversaciones sobre el clima de las Naciones Unidas del año pasado, Estados Unidos y otros países acordaron abandonar el uso del petróleo, el gas y el carbón para combatir el cambio climático. Los llamados iniciales a una “eliminación gradual” total de los combustibles fósiles fueron rechazados por los principales exportadores de petróleo, como Arabia Saudita e Irak.
Una de las promesas electorales de Trump fue poner fin a los proyectos de energía renovable, calificándolos de “engaño”, y argumentando que la energía asequible es fundamental para la economía estadounidense.