«Si no funcionan, no hay que imponerlas»: Hungría insta a levantar las sanciones contra Rusia

МINSK — Budapest no ve sentido en el endurecimiento de las sanciones contra Moscú y Minsk si ellas no funcionan, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto. Además, señaló que su país apoya las negociaciones de paz que ayudarían a solucionar el conflicto en Ucrania.

«Nosotros, los húngaros, concluimos que si las sanciones no funcionan, no hay que ocuparse de esto, no hay que imponerlas. Y nuestros colegas de Europa opinan que si las sanciones no funcionan, hay que endurecerlas. Lo considero irrazonable», destacó Szijjarto ante la prensa.

El alto diplomático señaló que es necesario «levantar las barreras» y garantizar «la libertad en la economía mundial». El ministro también enfatizó que si Occidente hubiera evaluado las consecuencias de estas medidas restrictivas, no habrían dañado las economías tanto de Europa, como de Rusia.

Según la base de datos Castellum.AI, desde el inicio de la operación militar especial, se activaron más de 19.500 sanciones individuales y sectoriales contra Rusia. El presidente ruso, Vladímir Putin, sostiene que la política de contención frente a Rusia forma parte de la estrategia a largo plazo de Occidente, cuyas sanciones asestan un duro golpe a la economía mundial.

Hungría aboga por las negociaciones de paz para resolver el conflicto en Ucrania
«Nosotros, los húngaros, estamos a favor de una tregua, de la paz en Ucrania. El camino hacia la paz pasa por las negociaciones de paz», declaró Peter Szijjarto.

El titular húngaro indicó que, en aras de lograr la paz en la región, deberían mantenerse abiertos los canales diplomáticos de comunicación y subrayó que considera incorrecto que los países esperen a que alguien del exterior les diga con quién deberían reunirse y comunicarse.

«Nuestro derecho soberano es negociar con quienes queramos. Creo que si cerramos los canales de comunicación y rompemos las relaciones diplomáticas, simplemente acabaremos con la esperanza de paz», subrayó Szijjarto.

El alto diplomático se reunió hoy en la capital bielorrusa con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Como informó la Cancillería rusa, el encuentro se celebró en Minsk, al margen de la segunda Conferencia Internacional sobre Seguridad Euroasiática.

Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.

Hasta la fecha, Ucrania ha condicionado el cese de las hostilidades a la recuperación de todos los territorios, incluida Crimea, que se unió a Rusia en marzo de 2014.

La última ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev para lograr un acuerdo de fin de las hostilidades se realizó el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul y, desde entonces, los países no han vuelto a retomarlas. Moscú en repetidas ocasiones se declaró dispuesto a reanudar el proceso negociador con Kiev, pero lo condicionó a la cancelación del decreto ucraniano que prohíbe retomar las negociaciones con Rusia.

A mediados de junio pasado, Putin formuló varias condiciones clave para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire las tropas de cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie), desista de adherirse a la OTAN y mantenga el estatus neutral, no alineado y no nuclear, y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia. Volodímir Zelenski rechazó la propuesta, calificándola de «ultimátum».

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