La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que asistirá a la cumbre del G20, que se realizará a mediados de noviembre en Brasil. Será el primer viaje internacional que realice, rompiendo con la tradición de la mayoría de los mandatarios mexicanos de elegir EEUU como destino para su primer viaje internacional.
«Ya decidimos que sí vamos al G20, que es el 18 y 19 de noviembre y, el 20 de noviembre, por obvias razones, tengo que estar en México (…), por la conmemoración del inicio de la Revolución [Mexicana]», dijo en conferencia de prensa.
Previamente, Sheinbaum, quien tiene un mes como titular del Poder Ejecutivo mexicano, dijo que analizaba la posibilidad de asistir a este encuentro internacional.
En esta edición, el G20 «se organiza en dos pistas paralelas de actuación, que conversan entre sí: la Pista de Sherpas y la Pista de Finanzas. La [primera] está comandada por emisarios de los líderes del G20, que supervisan las negociaciones, discuten los puntos que forman la agenda de la cumbre y coordinan la mayor parte del trabajo. La [segunda] trata sobre asuntos macroeconómicos estratégicos y está encabezada por los ministros de Finanzas y presidentes de los Bancos Centrales de los países miembros», se lee en el sitio web del evento.
El viaje de Sheinbaum a la cumbre del G20, que se llevará a cabo en Río de Janeiro, en suelo brasileño, marca una nueva era en la participación presencial de los mandatarios mexicanos.
Durante su sexenio, el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) descartó asistir a estos eventos, por lo que su diálogo fue por videollamadas. En contadas ocasiones, decidió realizar giras por Estados Unidos y América Latina, en línea con su política centrada en los asuntos nacionales.
Asimismo, la mayor parte de los jefes del Estado mexicano suelen elegir EEUU como destino para su primer viaje internacional, situación que cambiará con la presencia de Sheinbaum en el país latinoamericano.