España designa embajador en Argentina y pone fin a la crisis diplomática: «Esto deja cicatrices»

El presidente de Gobierno Pedro Sánchez nombró a un nuevo embajador en Buenos Aires, cesando con la tensión desatada tras las acusaciones de corrupción que vertió públicamente Javier Milei a su par español. «No es la primera vez que Milei ataca personalmente a otro mandatario, y eso genera problemas», dijo a Sputnik un analista internacional.

Tras cinco meses de sensibles tensiones diplomáticas, el presidente español Pedro Sánchez ungió a un nuevo embajador para hacerse cargo de la representación de su país en Argentina. El episodio desescala la crisis disparada en mayo pasado, cuando La Moncloa llamó a consultas —y luego retiró— a la entonces embajadora María Jesús Alonso Jiménez tras fuertes cruces entre los mandatarios de ambos países.

Desde noviembre, Joaquín María de Arístegui asumirá la representación española en Buenos Aires. De este modo se pone fin al conflicto desatado después de que el presidente argentino Javier Milei tildara de «corrupta» a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, durante un acto organizado por el partido Vox en Madrid. Pese a la exigencia de La Moncloa, el líder libertario nunca se disculpó por sus dichos.

En un comunicado conjunto, las Cancillerías de ambos países aseguraron que «España y Argentina somos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales» y que «la relación entre nuestros gobiernos debe estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades. Por ello, nos comprometemos a fortalecer nuestra relación para que alcance el máximo nivel de confianza y respeto mutuo en términos políticos e institucionales que nuestros pueblos merecen”.

Esquirlas diplomáticas
«El conflicto está terminado, pero todo el episodio deja cicatrices. El futuro del vínculo dependerá más de Buenos Aires que de Madrid: si bien funcionarios españoles habían opinado sobre Milei de manera inoportuna, fue él quien terminó agraviando personalmente a Sánchez y a su familia», dijo a Sputnik el analista internacional argentino Eduardo Martínez.

El encauce del vínculo bilateral se concreta a escasos días de que ambos mandatarios se encuentren cara a cara en dos instancias internacionales: por un lado, la de la Comunidad Iberoamericana (14 y 15 de noviembre en Cuenca, Ecuador) y, por el otro, la del G-20 (18 y 19 del mismo mes en Río de Janeiro, Brasil). Si bien Milei ha viajado a España en reiteradas ocasiones desde que asumió la presidencia, hasta el momento nunca se encontró personalmente con Sánchez.

Consultado acerca de la perdurabilidad de los efectos suscitados tras la crisis desatada en mayo, el experto consideró que «hoy hay grupos económicos preocupados por la sostenibilidad del vínculo entre ambos Gobiernos, porque las relaciones comerciales requieren de sostenimiento político y hasta ahora es una incógnita».

«España es la puerta de entrada para cerrar el acuerdo Unión Europea-Mercosur, que está pendiente desde hace muchos años. Además, ha oficiado el rol de facilitador del diálogo para avanzar en el ingreso de productos latinoamericanos en Europa. Ahora, Madrid parece haberse corrido de ese lugar», remarcó el investigador.

Un común denominador
El cruce con Sánchez no es el primero que protagoniza Javier Milei. En apenas 11 meses de Gobierno —desde su asunción en diciembre de 2023—, el argentino ha despotricado contra distintos presidentes de la región y del mundo: desde Gustavo Petro —tildado de «asesino terrorista»— hasta Luiz Inacio Lula da Silva, definido como un «corrupto» y «comunista» (término con el que también se refirió al mandatario chino, Xi Xinping).

«El hecho de agraviar y después pretender matizar las declaraciones resaltando la relación histórica entre los países no es la mejor forma de generar consensos y vínculos virtuosos con los demás países del mundo», apuntó Martínez.

De acuerdo al analista, «la política internacional exige cautela, y sobre todo en un contexto de cierre de mercados en el que las potencias están en plena transición: no es admisible descalificar a tantos presidentes como ha hecho el Gobierno argentino». De hecho, el experto remarcó que «si estos episodios no escalaron es porque los líderes extranjeros así lo dispusieron».

«Estos episodios son relevantes porque Milei no ha expresado afinidad ideológica natural con ningún mandatario, exceptuando quizás a Nayib Bukele, de El Salvador. El riesgo consiste en que, en caso de seguir fomentando las tensiones diplomáticas, puede quedar bastante aislado del resto del continente», apuntó.

 

 

 

 

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