El embajador ruso denuncia que el Gobierno danés tolera la captación de mercenarios para Ucrania

MOSCÚ — Las autoridades de Dinamarca, país que forma parte de la OTAN, consienten el reclutamiento de mercenarios por parte de la embajada ucraniana, denunció el embajador ruso Vladímir Barbin.

«Las autoridades de Dinamarca toleran la captación de mercenarios al indicar que la participación de ciudadanos daneses en los combates contra Rusia no es contraria a las leyes del país», comentó el diplomático a Sputnik.

Barbin subrayó que se ha documentado la participación de más de una veintena de mercenarios daneses en el conflicto ucraniano y muchos de ellos fueron eliminados. La justicia rusa, precisó, inició procesos penales contra varios mercenarios daneses.

El embajador indicó que el Ministerio de Exteriores danés evita responder a las protestas de Rusia por las violaciones de la convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas en las que incurre la embajada ucraniana al captar mercenarios.

«Por nuestra parte hicimos advertencias públicas, en numerosas ocasiones, sobre la responsabilidad inevitable por participar en los combates del lado de las tropas ucranianas y llamamos a los ciudadanos daneses a abstenerse de este paso suicida», remarcó.

Antes, el Ministerio de Exteriores de Rusia denunció que Ucrania quebranta la convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas al reclutar mercenarios a través de sus embajadas.

A su vez, el Ministerio de Defensa ruso advirtió que el Gobierno ucraniano usa a los mercenarios extranjeros como carne de cañón y los militares rusos seguirán eliminándolos estén donde estén en el territorio ucraniano.

Los propios mercenarios extranjeros en varias entrevistas admitieron que el mando ucraniano coordina mal las operaciones y es baja la probabilidad de salir con vida de los combates, y es que la intensidad del conflicto es incomparable con lo que vieron en Afganistán y Oriente Medio.

Las fuerzas rusas llevan a cabo desde febrero de 2022 la operación militar para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se incorporaron a Rusia en septiembre de 2022.

Los objetivos de la campaña militar son detener el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía el Gobierno ucraniano y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.

Ucrania es apoyada militarmente por la mayoría de los Estados miembros de la OTAN, el bloque bélico que lidera Estados Unidos.

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