Los expertos creen que se han visto afectadas las estructuras utilizadas por Teherán para crear el combustible sólido necesario para su arsenal de misiles balísticos.
El ataque de Israel lanzado contra Irán el 26 de octubre causó daños en las instalaciones de dos bases militares al sureste de la capital iraní, Teherán, según imágenes de satélites analizadas por la agencia AP.
Algunos de los daños se produjeron en la base militar de Parchin, donde supuestamente el Estado persa realizaba pruebas de explosivos. Como señala AP, el ataque destruyó por completo un edificio y dañó otros.
Mientras que en la base de Khojir, según la agencia, al menos dos estructuras resultaron dañadas. Teherán, por su parte, no ha reconocido daños ni en Khojir ni en Parchin.
Decker Eveleth, analista del centro de investigación estadounidense CNA, supone que los edificios destruidos en Khojir y Parchin probablemente incluían instalaciones donde se utilizaban mezcladoras industriales para crear el combustible sólido necesario para el amplio arsenal de misiles balísticos de Irán.
Tras el ataque israelí, el Ejército del país persa reconoció que se produjeron varios impactos, pero afirmó que los daños fueron limitados. En este sentido, indicó que algunos emplazamientos sufrieron pérdidas menores y que varios sistemas de radar resultaron dañados. Además, Teherán confirmó la muerte de cuatro soldados.
A su vez, el domingo, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, instó a estimar adecuadamente la ofensiva de Israel. «La maldad del régimen sionista [cometida] hace dos noches no debe ser magnificada ni menospreciada», declaró.
