El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó este lunes varios datos sobre la presunta compra del software israelí Pegasus, que se habría hecho con dinero incautado al narco y de «manera clandestina«.
«Efectivamente, dos aviones israelíes vinieron a Colombia, y despegaron con rumbo a Tel Aviv, en los días que según el informe de la agencia de inteligencia israelí sobre lavado de activos dijo que se habían llevado los pagos en efectivo y en dólares para comprar el software Pegasus de manera clandestina», escribió el mandatario en la red social X.
Petro hizo el comentario a raíz de la publicación de un informe periodístico que desveló las matrículas y fotos de las aeronaves que viajaron a Colombia para pactar la compra del programa espía, así como los itinerarios y los nombres de los pilotos que presuntamente participaron en la operación.
Los aviones
De acuerdo a los datos que maneja la Revista Raya, los aviones aterrizaron dos veces en Bogotá, la capital colombiana: la primera vez, el 25 de junio de 2021; y la segunda, el 18 de septiembre de ese mismo año. En ese entonces, la Presidencia era ocupada por el conservador Iván Duque.
En cada uno de esos vuelos se habrían transportado 5,5 millones de dólares en efectivo, incautados en operaciones contra el narcotráfico, que le sirvieron a Colombia para comprar el programa espía. La empresa NSO Group, dueña de Pegasus, logró depositar el total de los billetes en el banco Hapoalim, el más grande de Israel, según la citada revista.
La investigación periodística asegura que el piloto del primer avión, un bombardero M-AGGB, se llama Amir Sade, un israelí vinculado a la industria militar y experto en integración de productos de software y hardware.
La segunda aeronave, un jet privado de matrícula T7CPX, habría sido pilotada por Yaniv Hait, un ciudadano israelí que presuntamente prestó servicios a la Fuerza Aérea de su país por más de diez años y que actualmente trabajaba para Yaas, una sociedad franco-marroquí dedicada a sistemas de información.
Aparentemente, el piloto habría viajado con otras siete personas, cuyos nombres están en poder del portal que hizo los hallazgos.
Choque con los medios
Ante la divulgación de esa información, Petro ratificó que ambas aeronaves aterrizaron en hangares de la Policía Nacional de Colombia, provenientes de Punta Cana (República Dominicana).
«Espero que la Policía Nacional conserve minuta de la llegada de esos vuelos y de sus integrantes de llegada y de partida. He realizado muchos debates muy delicados en el Congreso y nadie, absolutamente nadie, puede decir que mentí», indicó el mandatario colombiano, antes de lanzar un duro dardo a los medios que han intentado desvirtuar la información sobre esta negociación. A esas empresas de comunicación las tildó de «propagandistas del establecimiento».
En criterio del presidente, algunos medios han irrespetado su derecho legal de «desclasificar información secreta si se pone en peligro la derechos humanos de los colombianos», mientras que publicaron de forma íntegra información obtenida de manera irregular mediante espionaje.
«El software Pegasus fue traído para espiar al liderazgo juvenil popular de Colombia y a la oposición y sus comunicaciones durante más de seis meses, que después publicó de manera completa una revista de extrema derecha. Un ‘Watergate’, con lavado de activos incluido, de tamaño monumental», apuntó al respecto.
El caso implica un escándalo de varias dimensiones, ya que no solo se habría hecho de manera clandestina, sino que el dinero incautado al narcotráfico supuestamente no fue declarado en Colombia, por lo que podría considerarse como lavado de activos.
Petro adelantó que los nombres de las personas que salieron en los aviones «se pasarán» a manos de la Fiscalía de la Nación, al tiempo que ordenó que todas las entidades del Estado que posean información sensible sobre los involucrados las pongan a disposición del órgano acusador.