El mandatario afirmó que muchos medios de su país «siguen aún atados a la lógica de la dictadura».
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, participó el miércoles en la 80ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se lleva a cabo en Córdoba, Argentina.
En el marco de su participación, el mandatario firmó la Declaración de Chapultepec, un instrumento que establece principios sobre la libertad de expresión y de prensa; y ofreció un discurso en favor de ellos.
«Sin libertad de prensa, moriríamos asfixiados», enfatizó Peña, según cita la SIP en una publicación en sus redes sociales. Asimismo, refiere ABC, el mandatario reiteró su «compromiso con la libertad de prensa, en forma inequívoca y entusiasta».
No obstante, pese a esa afirmación, Peña cuestionó a las voces críticas frente a su mandato. «En ocasiones siento, y digo esto con sinceridad, que muchos medios de prensa paraguayos siguen aún atados a la lógica de la dictadura, en la cual lo único que cabía era la resistencia, la lucha, la oposición», manifestó, según reseña Última Hora.
«Seguir con la lógica de la dictadura, tanto para los políticos como también para los medios, no tiene, en mi humilde opinión, mucho sentido. Veo todavía a algunos medios de prensa de mi país aprisionados con un enfoque perimido, en lugar de tener en cuenta los problemas actuales«, insistió.
Agregó que «en esa lógica binaria, en la que en un lado está la oscuridad, la posición de la prensa es clara»; para luego afirmar que, pese a lo antes dicho, «hoy, afortunadamente, el Paraguay no vive en una dictadura», sino que está «lejos, lejísimos, de un gobierno autoritario».
Hostilidad
El senador paraguayo Ignacio Iramain consideró, tras esas declaraciones de Peña en la asamblea de la SIP, que el mandatario apunta contra la prensa y tendría intereses ocultos de aplicar políticas de tinte autoritario y represivo, publica también ABC.
«Ahora va por la prensa, y este es un discurso que justamente apunta hacia la prensa, porque decir lo que dijo es no entender lo que está pasando. O tiene intereses ocultos justamente para empezar con una política de avance autoritario y represivo contra los medios de prensa, que justamente simbolizan la libertad de un país», expresó.
Previamente, el pasado 15 de octubre, la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC) publicó una carta abierta dirigida a la SIP con motivo de su asamblea en Córdoba y sobre la participación de Peña en el evento.
Al respecto, hizo saber a la SIP que en Paraguay, «durante el último tiempo, se ha dado un creciente clima de hostilidad contra periodistas y medios de comunicación, impulsado, principalmente, por autoridades públicas y sectores políticos aliados del gobierno».
Añade que esas hostilidades van «desde intentos de censura y judicialización de periodistas, hasta filtración de datos privados de periodistas, [así como] discursos públicos de altas autoridades, incluido el presidente Peña, cuestionando y atacando la labor de la prensa, entre otras situaciones reportadas».
En su discurso en el evento de la SIP, Peña se desvinculó de los actos contra periodistas por parte de sectores allegados en Paraguay: «No me responsabilizo por las acciones de otros».