Berlín, 17 oct. El Banco Central Europeo (BCE) recortó hoy sus tipos de interés en 25 puntos básicos, pero sin comprometerse de antemano con una trayectoria en particular, dada la persistencia de tensiones inflacionarias.
“¿Hemos roto el cuello de la inflación? Todavía no. Pero, ¿estamos rompiendo el cuello de la inflación? Sí, creo que sí. Aún no está completamente roto, pero estamos cerca de lograrlo”, dijo la titular del organismo, Christine Lagarde, en conferencia de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno de la institución.
Según explicó, el nuevo recorte, el tercero en lo que va de 2024, fue decidido de forma unánime, pues la información oficial entrante “muestra que el proceso desinflacionario está bien encaminado”.
No obstante, apuntó, el BCE mantendrá los tipos de interés oficiales lo suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para alcanzar la meta de inflación del dos por ciento a mediano plazo; es decir en 2025.
Con la decisión de este jueves, el ente emisor bajó su tasa de referencia de 3,50 a 3,25 puntos porcentuales, al considerar al mismo tiempo la necesidad de contrarrestar el endeble crecimiento económico de la eurozona.
«Las perspectivas de inflación también se ven afectadas por las recientes sorpresas a la baja en los indicadores de la actividad económica», indicó el organismo, cuyo foro sesionó este jueves en la capital de Eslovenia, Liubiana.
Al decir de Lagarde, las perspectivas de crecimiento económico de la eurozona se orientan a la baja y «una menor confianza podría impedir que el consumo y la inversión se recuperen tan rápido como se espera».
“No abrí la puerta a nada”, respondió Lagarde a los periodistas, interesados en saber su el BCE podría decidir otra reducción de los tipos de interés antes de finalizar 2024, en la próxima reunión prevista para diciembre.
Entre las amenazas latentes, el ente emisor consideró la revisión a la baja en 2024 del crecimiento del Producto Interno Bruto de Alemania, la mayor economía del bloque.
Se puede debatir hasta la saciedad sobre el riesgo de subestimar los objetivos y el riesgo de sobreestimar los objetivos, pero «lo que está claro para todos es que todavía tenemos riesgos en ambos lados de nuestro pronóstico, al alza y a la baja, probablemente más riesgo a la baja que al alza”, sostuvo Lagarde.
Pese a los aires en contra, la funcionaria descartó la entrada de la eurozona en un franco proceso de recesión, pues prevén un “aterrizaje suave”.
Asimismo, manifestó su confianza en que las autoridades fiscales de cada país del bloque harán lo necesario en términos presupuestarios y en materia de reformas estructurales, mientras el BCE cumplirá su parte manteniendo la estabilidad de precios.