Con nuevas «ideas rompedoras» rusas, los BRICS crecerían «no solo en cantidad sino en calidad»

El potencial de los BRICS es enorme y la alianza debería fijar objetivos concretos de desarrollo, opinó a Sputnik el economista de la Academia de Ciencias de Rusia, Albert Bajtízin. Si el grupo se posiciona como contrapeso al modelo occidental, es necesario formular la esencia de esa alternativa, y el papel de Moscú podría ser importante, destacó.

Aunque en las últimas tres décadas, tras el colapso del sistema socialista, se ha cultivado la idea de que la economía de mercado no tiene alternativas y de que las vías de desarrollo económico son unitarias para todos los países, esto es erróneo, ya que todas las naciones son diferentes y las especificidades nacionales deben tenerse en cuenta, afirmó Bajtízin.

En este sentido, Moscú y sus aliados deben promover su escuela económica soberana, sobre todo teniendo en cuenta que la experiencia reciente ha demostrado que «no es posible doblegar a Rusia con sanciones a corto y medio plazo», sugirió el interlocutor.

En palabras del economista, la experiencia de la resistencia rusa y china a la presión occidental, multiplicada por «el deseo natural del sur global de unirse sobre la base de un polo establecido de la política mundial», pueden convertirse en un factor de atracción de los BRICS a la vista de otros Estados.

Sin embargo, el académico señaló que tras la ampliación a partir del 1 de enero de 2024, el bloque comenzó a «estancarse», en particular, «por la falta de ideas nuevas y rompedoras».
Para alcanzar estos objetivos, prosiguió, «todo equipo debe tener su propio ‘creador de juego’, que genere ideas y estimule su puesta en práctica». En la etapa actual, este papel podría ser asumido por Rusia, especialmente en las condiciones de la presidencia de Moscú en 2024, señaló.

Por ejemplo, el principal interesado en crear un nuevo sistema de pagos de los BRICS es Moscú, ya que de todos los miembros de la alianza, solo Rusia e Irán fueron desconectados de SWIFT, sujetos a sanciones.

«En la cumbre de los BRICS en [la ciudad rusa de] Kazán [entre el 22 y el 24 de octubre] debería proponerse al menos un prototipo de un nuevo sistema de pagos alternativo del grupo, y es lógico que la iniciativa parta de nuestro país», afirmó.

En cuanto a la moneda única de la asociación, tiene claro que esta «no debería ser el yuan número dos», sobre todo porque la propia China no aspira a ello: no impone su yuan a otros países por analogía con los que emiten dólares o euros, subrayó el experto.

A su juicio, para que los BRICS avancen, es necesario determinar a quién y con qué criterios acepta en sus filas, «de lo contrario puede haber confusión con la composición y el estatus de los participantes».

Por lo tanto, continúa el científico, los BRICS no deberían aceptar a cualquiera, a pesar de que en la actualidad casi 30 países están en fila para unirse al grupo, y en vísperas de la reunión en Kazán todos se preguntan: ¿a quién se le abrirán las puertas esta vez?

«Es necesario no solamente definir los criterios de admisión de nuevos miembros a los BRICS, sino también prescribir las preferencias que recibirán si se unen a la asociación», agregó.

Estas ventajas podrían consistir, según Bajtízin, en liberalizaciones comerciales, la posibilidad de adquirir determinados bienes sin pagar aranceles, el intercambio de tecnología, la libre circulación de trabajadores y el intercambio de especialistas, expertos, estudiantes y profesores sin necesidad de visado.

«Los BRICS tienen que impregnarse de un significado concreto. En ese caso, la alianza no solo crecerá cuantitativamente, sino también cualitativamente. Después de todo, su potencial es enorme», concluyó.

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