La iniciativa pretendería no solo que Madrid se disculpe, sino obtener compensaciones económicas.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció este lunes que su país, junto con otras naciones de América Latina, interpondrá «una reclamación profunda» ante España, en interés de obtener compensaciones por los daños causados a sus poblaciones durante la conquista y colonización de sus territorios, dominio que se extendió por más de tres siglos.
«Venezuela quiere, junto a un grupo de países de América Latina, hacer una reclamación profunda para que pague España reparaciones por el robo, el saqueo de nuestras tierras y el esclavismo y el sufrimiento de nuestros abuelos indígenas y africanos. […]. Tiene que haber justicia, reparación histórica y no repetición de esos viejos esquemas colonialistas«, dijo el mandatario durante la emisión de su programa semanal, Con Maduro+.
El anuncio estuvo precedido por la demanda de reparaciones formulada por países del Caribe anglófono en Reino Unido, bajo alegatos similares. «La Venezuela bolivariana y revolucionaria acompaña al Caribe en su lucha y exigencia porque Londres reconozca y pague las reparaciones históricas a las que tiene derecho el pueblo, que es heredero de los esclavos traídos por la fuerza, mediante tortura y secuestro, de África», apuntó.
Posteriormente, tras escuchar los aportes que ofrecieron los miembros de una comisión presidencial especial que ha dedicado tres años a estudiar los perjuicios de la conquista y colonización en Venezuela, Maduro afirmó que el país está «en condiciones de dar el paso definitivo».
En su decir, ello consistirá en poner en marcha «un proceso histórico, político, diplomático y jurídico, con los movimientos sociales, con los movimientos indígenas, con los gobiernos progresistas de avanzada, para hacer justicia y buscar una reparación histórica«, y no solo el pronunciamiento simbólico de excusas.
A este respecto, aseguró que si bien pedir «perdón», como en su día hiciera el papa Francisco en nombre de la Iglesia católica por la violencia contra las poblaciones originarias del continente americano, constituía «tremendo gesto», ello contrasta fuertemente con la conducta que exhiben las monarquías y élites europeas.
«El resto de las monarquías y élites, sobre todo la española, haciendo uso de la prepotencia histórica por la cual las echamos de aquí, en vez de pedir disculpas, hacen al revés«, aseveró.