Miles de alumnos mantienen tomadas facultades en todo el país.
El presidente de Argentina, Javier Milei, descartó este martes la posibilidad de cobrar aranceles en las universidades públicas, en medio de la gresca con el sector estudiantil por el drástico recorte del presupuesto para ese gremio.
«Va a seguir siendo universidad pública no arancelada. Eso no se toca», aseguró el mandatario en una entrevista televisiva en la que criticó las movilizaciones estudiantiles que se han dado en todo el país, con la toma de facultades, asambleas masivas y clases en las calles.
No obstante, defendió la contraloría de los recursos públicos que se asignan a las universidades: «Los que están haciendo este revuelo, ¿acaso están a favor de que se usen políticamente para robar en beneficio de determinados delincuentes de la política? El punto es: ¿ustedes están a favor del robo?«, cuestionó.
Milei insistió en que el conflicto se generó porque las universidades públicas no quieren ser auditadas, una cuestión desmentida por las instituciones educativas, que alegan que su protesta es contra el ajuste ejecutado por el Gobierno.
La semana pasada, el presidente obtuvo un triunfo legislativo gracias a que la mayoría de la Cámara de Diputados aprobó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que actualizaba el presupuesto del sector.
Desde entonces se reforzó la lucha de estudiantes, docentes y trabajadores de las universidades públicas de todo el país, que ya anunciaron que el jueves habrá un segundo paro nacional.
Definiciones
En un clima de fuerte tensión política, que ya incluyó enfrentamientos en algunas facultades, Milei reiteró que su objetivo prioritario es cumplir con el equilibrio fiscal.
«¿Sabe quién no quiere ser auditado? El que está sucio. Todo este revuelo es tomar una causa noble como la universidad pública y ocultar los curros de los delincuentes (…) usan a las universidades para financiar la mugre inmunda de la política«, dijo.
También señaló que el Poder Legislativo puede modificar la composición del gasto público y aumentar los recursos a educación, con la condición de no afectar la meta de «déficit cero» del Gobierno, porque recalcó que su Administración no va a subir impuestos ni a tomar deuda nueva.
«Yo no voy a ceder», subrayó Milei. Aunque reconoció que los docentes «no están bien pagos», explicó que ese es un problema que generaron los gobiernos que lo antecedieron.
Del mismo modo, apuntó al debilitamiento de la protesta. «La caída en (la participación de) las manifestaciones fue notable. La segunda fue un cuarto de la primera», dijo al comparar las marchas universitarias del 23 de abril y del 2 de octubre.
Con respecto a la caída de su popularidad, afirmó que no le importa porque su prioridad es encabezar «el mejor gobierno de la historia» y poner a Argentina de pie. «Prefiero terminar con mi imagen destruida y no que siga en esta decadencia inmunda», señaló.