«Derecho a la violación»: funcionarios de EEUU acudirían a un infame campo de tortura israelí

Sde Teiman fue lugar de numerosos incidentes de tortura, como electrocución, quemaduras, palizas, humillación sexual y negación de alimentos, agua, atención médica y sueño. Un médico israelí afirmó que se producen amputaciones «de forma rutinaria» mientras los prisioneros permanecen esposados durante largos periodos de tiempo.

Representantes de la controvertida agencia gubernamental estadounidense USAID mantienen reuniones periódicas con sus homólogos en un campo de prisioneros en el que funcionarios israelíes declararon tener derecho a torturar y violar a detenidos palestinos.

«Según tres funcionarios de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional [USAID], el centro de ayuda humanitaria de Israel comenzó a operar en la desértica base militar de Sde Teiman el 29 de julio con presencia regular estadounidense», informa el diario británico The Guardian.

«Sde Teiman se creó como centro de detención temporal para detenidos de Gaza tras el ataque del 7 de octubre del año pasado. Grupos de derechos humanos y detenidos liberados afirman que los miles de palestinos que pasaron por el centro fueron sometidos a graves abusos y torturas», añade.

El campo de prisioneros desempeñó un papel central en la polémica suscitada a principios de 2024 por el intento de procesar penalmente a 10 soldados israelíes implicados en la violación en grupo de un detenido palestino. Un video verificado por medios occidentales mostraba al grupo de guardias seleccionando al hombre de entre un grupo de presos que yacían atados en el suelo antes de golpearlo contra una pared donde fue agredido sexualmente. Al parecer, la agresión fue tan grave que el detenido no pudo caminar después.

La opinión pública se movilizó en defensa de los soldados israelíes, protagonizando disturbios en las que manifestantes y personalidades de la televisión defendían el «derecho a violar» a los prisioneros palestinos. La causa también fue defendida por los legisladores del Parlamento. Finalmente se retiraron los cargos contra los guardias de la prisión.

En cuanto a Sde Teiman, según un informe publicado en mayo por The New York Times, al menos 35 presos murieron como consecuencia del trato recibido en el centro.

La USAID es un organismo gubernamental estadounidense que opera con el pretexto de proporcionar ayuda humanitaria y para el desarrollo a países extranjeros, pero la agencia se vio frecuentemente implicada en actos de subversión política en todo el mundo.

Los supuestos intentos de Estados Unidos por mejorar la situación humanitaria en Gaza parecen insignificantes, ya que el hambre sigue aumentando en medio del asedio israelí al territorio.

«La situación [en Sde Teiman] es más horrible que cualquier cosa que hayamos oído sobre Abu Ghraib y Guantánamo», declaró el abogado Jaled Mahajneh en +972 Magazine.

El medio israelí reveló numerosos escándalos en el seno de las Fuerzas de Defensa de Israel, como el uso de inteligencia artificial para identificar a presuntos combatientes palestinos y matarlos en sus casas junto con sus familiares.

Empleados de bajo nivel de la USAID protestaron en repetidas ocasiones por la incapacidad de la agencia para presionar más eficazmente al Gobierno israelí en materia de derechos humanos, sin resultado alguno.

«El personal de USAID coordinó mensajes de desacuerdo en chats de grupo privados, celebró protestas por los trabajadores humanitarios asesinados fuera de la oficina de Washington y se enfrentó a la dirección de USAID en reuniones (…) 76 miembros del personal enviaron una carta en marzo a la dirección de la Oficina de Resiliencia, Medio Ambiente y Seguridad Alimentaria de la agencia criticando el ‘silencio de USAID sobre el sufrimiento de Gaza'», revela The Guardian.

Estados Unidos es conocido por defender con frecuencia el uso de la tortura en todo el mundo. Durante las décadas de 1960 y 1970, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) distribuyó «manuales de tortura» a dictaduras aliadas de América Latina como parte de una campaña de terror de Estado respaldada por Estados Unidos y conocida como Operación Cóndor.

EEUU retiró los manuales en la década de 1990, pero funcionarios como David Addington y el exvicepresidente Dick Cheney conservaron copias, que posteriormente ordenarían el uso de la tortura durante la denominada Guerra contra el terrorismo. Cheney y otros funcionarios de la administración Bush se vieron obligados a cancelar viajes previstos a Europa en los años transcurridos desde entonces, ya que los países indican que podrían ser objeto de detención de acuerdo con las obligaciones derivadas del derecho internacional.

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