Roma, 15 oct. Italia realizó su primer envío de inmigrantes desde este país hacia centros de acogida en Albania bajo su control, con lo que entró en aplicación un criticado acuerdo entre los gobiernos de ambas naciones, indica hoy un comunicado.
Una nota oficial divulgada en el sitio digital informativo del canal televisivo Sky TG24 señala que en la mañana de este martes llegó al puerto albanés de Shengjin el buque Libra de la Armada italiana, con 10 ciudadanos bangladesíes y 6 egipcios a bordo, interceptados en pequeñas embarcaciones en aguas internacionales.
Se inició de esta forma una nueva etapa en la gestión de los flujos migratorios por el gobierno de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, con la gestión de procedimientos de asilo fuera de las fronteras nacionales, para tratar de aliviar la presión migratoria en la sureña isla de Lampedusa y otras zonas costeras del país.
En recientes declaraciones a medios de prensa el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, confirmó que ya se encuentran listas las instalaciones construidas por su país en las localidades albanesas de Schengjin y Gjader, ubicadas respectivamente a unos 65 y 76 kilómetros al norte de la capital, Tirana.
La inauguración de ambos centros estaba prevista inicialmente para mayo de este año, de acuerdo con el protocolo firmado en el verano de 2023 entre Meloni y el primer ministro albanés, Edi Rama, que se selló el 7 de noviembre de ese año y se ratificó con la ley 14/2024 de febrero pasado.
Schengjin es el lugar destinado para el desembarco, identificación y recepción inicial de los migrantes rescatados en aguas internacionales por barcos italianos, mientras que el centro de Gjader, una antigua base militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) servirá para alojar a los solicitantes de asilo.
Se prevé que este último logre albergar a unas 900 personas para su procesamiento, y dispone además de un centro para retener a inmigrantes sujetos a expulsión, con 144 capacidades, así como una penitenciaría con 20 plazas, para aquellos que sean acusados de delitos.
Sus muros circundantes tienen cinco metros de altura, con cámaras perimetrales de vigilancia para evitar fugas del lugar, en el que actuarán unos 500 efectivos policiales, de los cuales 150 se encuentran allí desde el mes de agosto protegiendo las instalaciones. Organismos de Naciones Unidas supervisarán la ejecución de este programa durante los primeros tres meses para “salvaguardar los derechos y la dignidad de los sujetos del acuerdo”, señala el reporte del canal televisivo, con el objetivo de “garantizar la transparencia y la legalidad de los procedimientos”.
Tras la aprobación parlamentaria, en febrero de 2024, el senador Tito Magni, de la alianza opositora entre los partidos Europa Verde e Izquierda Italiana (AVS), señaló que este acuerdo “constituye una violación muy grave de los derechos humanos y sacrifica el sufrimiento de personas reales en el altar de la propaganda política”.