En la última escalada de tensiones en la península de Corea, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) colocó unidades de artillería a lo largo de la frontera en alerta máxima después de acusar a Corea del Sur de lanzar drones sobre Pyongyang para difundir panfletos antinorteños, calificándolo de provocación militar y violación de su soberanía.
El último intercambio de retórica belicosa entre Pyongyang y Seúl es el resultado de “otra provocación apoyada por Estados Unidos destinada a aumentar las tensiones en la península de Corea”, dijo a Sputnik el analista geopolítico y ex marine estadounidense Brian Berletic.
También es una artimaña para mantener “una justificación para la prolongada presencia militar estadounidense en la península, no sólo para amenazar continuamente la paz allí, sino también para permitir que el ejército estadounidense siga amenazando a la cercana China”, dijo.
Corea del Norte puso a su ejército «en alerta para abrir fuego» después de que drones surcoreanos sobrevolaron su capital, lo que llevó al director de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Shin Won-sik, a advertir que sería «suicida» que Corea del Norte » inicie una guerra».
“Los drones que supuestamente lanzan propaganda sobre la capital de Corea del Norte son una continuación de un proyecto financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos llamado “unidades de memoria USB para la libertad” y llevado a cabo por la Fundación de Derechos Humanos con sede en Nueva York. A principios de este año, el propio Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su apoyo a los esfuerzos para difundir físicamente propaganda utilizando globos sobre territorio norcoreano. El uso de drones, que tienen un mayor alcance y pueden entregar propaganda con mayor precisión, sería el siguiente paso lógico en esta campaña de subversión respaldada por el gobierno de Estados Unidos”, dijo Berletic.
Las crecientes tensiones demuestran “cómo Estados Unidos está impulsando algunas de las tensiones y conflictos potenciales más peligrosos del planeta, no sólo en Ucrania y en todo Oriente Medio, sino también en el este de Asia, incluida la península de Corea”, argumentó.
Pyongyang, a pesar de su retórica, merece elogios por mostrar “infinita moderación en respuesta a las provocaciones seriales de Estados Unidos, incluida la sedición patrocinada por el Estado norteamericano destinada a desestabilizar y derrocar al gobierno norcoreano”, dijo el analista.