Lubos Blaha, diputado eslovaco, también agradeció a Rusia la liberación de Eslovaquia de la Alemania nazi, señalando que la «verdad histórica» es que «el fascismo y la guerra vienen de Occidente, mientras la libertad y la paz vienen del Este».
El diputado del Parlamento Europeo por Eslovaquia Lubos Blaha visitó el pasado fin de semana Moscú para agradecer al pueblo ruso sus «sacrificios increíbles en la Segunda Guerra Mundial» y para disculparse por la creciente rusofobia en Occidente.
En su cuenta de Telegram, Blaha publicó un video en el que aparece paseando por la Plaza Roja de Moscú. «Vengo con un mensaje de paz a la nación que hizo sacrificios increíbles en la Segunda Guerra Mundial para salvarnos de los fascistas de Occidente. […] La nación rusa nos liberó del fascismo y se sacrificó increíblemente por nosotros, y he venido aquí para darles las gracias«, declaró, añadiendo que la «verdad histórica» es que «el fascismo y la guerra vienen de Occidente, mientras la libertad y la paz vienen del Este».
Señalando que Rusia «sigue siendo bella, sabia y avanzada» como era cuando visitó el país euroasiático hace unos años, el eurodiputado instó a poner fin al odio contra los rusos. «He venido a Rusia como amigo porque no puedo seguir viendo la creciente rusofobia en Occidente«, dijo.
En este contexto, Blaha pidió disculpas a todo el pueblo ruso por «todo el mal que Occidente está haciendo hoy» y por todas las «resoluciones belicistas, odiosas e incluso fascistas» que aprueban en el Parlamento Europeo contra Moscú.
El diputado, del partido Dirección-Socialdemocracia (Smer), liderado por el primer ministro Robert Fico, subrayó que a los eslovacos, que son eslavos, «nunca les harán odiar a la nación rusa», recordando que su país también rechaza el envío de armas al régimen de Kiev, así como las sanciones contra Rusia. «Consideramos a los rusos una nación amiga y nunca será de otro modo«, afirmó.
Durante su visita, Blaha también se reunió con estudiantes eslovacos que estudian en Moscú y junto con ellos depositó flores en la Tumba del Soldado Desconocido para honrar la memoria de los caídos que lucharon contra la Alemania nazi y en la tumba del mariscal de la Unión Soviética, Gueorgui Zhúkov.