WASHINGTON — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó en un comunicado que el mundo debe esforzarse por eliminar por completo el arsenal nuclear, guardando silencio sobre los importantes gastos del gobierno estadounidense en el desarrollo y fortalecimiento de su propia tríada nuclear.
«Debemos seguir avanzando hacia el día en que podamos librar al mundo de las armas nucleares de una vez por todas. Estados Unidos está dispuesto a entablar conversaciones con Rusia, China y Corea del Norte sin condiciones previas para reducir la amenaza nuclear «, afirmó el líder estadounidense en un comunicado.
Biden enfatizó que no hay beneficio para estos países ni para el mundo en su conjunto «en impedir el progreso en la reducción de los arsenales nucleares».
La declaración de Biden se publicó en relación con la concesión del Premio Nobel de la Paz a la organización japonesa de supervivientes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, Nihon Hidankyo.
Sin embargo, en sus felicitaciones el jefe de la Casa Blanca también ignoró por completo el hecho de que Estados Unidos fue responsable de los bombardeos nucleares de las ciudades japonesas.
En el año fiscal 2025, que comenzó en Estados Unidos el 1 de octubre de este año, se prevé gastar más de 49.000 millones de dólares del presupuesto federal en el desarrollo de fuerzas de disuasión estratégica. Además, según los cálculos de la Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos, el gasto en fuerzas nucleares de Estados Unidos en el período de 2023 a 2032 se estima en 756.000 millones de dólares.
La actual administración estadounidense, encabezada por el presidente Joe Biden y la vicepresidenta y ahora candidata presidencial Kamala Harris, ha declarado públicamente en repetidas ocasiones su deseo de extender el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas entre Rusia y Estados Unidos (Nuevo START), que expira formalmente en febrero de 2026.
A finales de septiembre, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a Sputnik que EEUU estaba dispuesto a reanudar el diálogo con Rusia sobre un nuevo tratado y esperaba una decisión del presidente ruso, Vladimir Putin.
Esta diplomacia pública se produce simultáneamente con la ayuda militar a Kiev y el deseo de infligir una derrota estratégica a la Federación Rusa, como afirman las autoridades estadounidenses. Además, Estados Unidos sigue reforzando su presencia militar en Europa, suministrando misiles de largo alcance a la región, que están siendo transferidos a las Fuerzas Armadas de Ucrania, y también tiene la intención de desplegar nuevos sistemas de largo alcance, incluidas armas supersónicas, en Alemania.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha declarado abiertamente que Moscú no está dispuesta a reanudar las negociaciones sobre el nuevo Tratado START sin modificar la línea hostil antirrusa de los Estados Unidos. En octubre, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que las negociaciones sobre la estabilidad estratégica deben llevarse a cabo teniendo en cuenta las nuevas condiciones.
También señaló que es prácticamente imposible hablar de armas ofensivas estratégicas sin tener en cuenta la infraestructura nuclear militar en Europa, sin incluir a los Estados europeos en el proceso de negociación y sin tocar otros elementos de la seguridad estratégica.