MOSCÚ — El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció el sábado que planea suspender los derechos de asilo en el marco de una nueva estrategia migratoria nacional para abordar los abusos de derechos y la inmigración ilegal.
Añadió que «buscará el reconocimiento de esta decisión en Europa».
«Hoy anunciaré en voz alta que uno de los elementos de la estrategia migratoria será la suspensión territorial temporal del derecho de asilo. Exigiré el reconocimiento de esta decisión en Europa», dijo Tusk en un congreso de su partido de centroderecha Plataforma Cívica en Varsovia.
El primer ministro polaco afirmó que había preparado una nueva estrategia migratoria y que la presentaría pronto al gabinete. Sostuvo que en Europa se está abusando con frecuencia del derecho de asilo.
«Con esta estrategia reduciremos al mínimo la inmigración ilegal. Acabaremos con las prácticas que no corresponden a los intereses polacos y que atentan contra la seguridad de los polacos y del Estado polaco. Pondremos fin a estas prácticas para restablecer el control total sobre quién viene aquí, por qué y para qué puede ser útil», afirmó Tusk.
Polonia sólo aceptará a aquellos inmigrantes que quieran integrarse en la sociedad polaca, añadió el primer ministro, y citó a Alemania como ejemplo de un país que no ha logrado incorporar a los trabajadores inmigrantes como parte integral de su tejido social.
«Si alguien quiere venir a vivir en Polonia para siempre o durante mucho tiempo, para estudiar y vivir aquí, debe respetar nuestros estándares y tradiciones y estar dispuesto a integrarse», dijo.
Al hablar sobre el nuevo Pacto de Asilo y Migración de la UE, que entrará en vigor en 2026, Tusk prometió que Polonia nunca lo aceptaría.
«Seré firme. No implementaremos ninguna idea europea si sabemos con certeza que pondrá en peligro nuestra seguridad «, afirmó el primer ministro.
El Consejo de la UE adoptó el pacto en mayo con el objetivo de abordar la inmigración ilegal y el tráfico de personas y endurecer las penas por delitos relacionados. La reforma prevé una distribución justa de los migrantes entre los países de la UE, lo que pretende reducir la carga sobre los Estados miembros de la UE en las fronteras exteriores.
A finales de septiembre, el ministro de Defensa polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, declaró que la situación migratoria este año ha sido más difícil que en 2023. Los guardias fronterizos polacos han detectado alrededor de 2.500 intentos ilegales de cruzar la frontera desde principios de septiembre.
A mediados de 2021, miles de migrantes se congregaron en la frontera entre Polonia y Bielorrusia con la esperanza de entrar en la Unión Europea. Desde entonces, cientos de migrantes han intentado regularmente cruzar a Polonia. Las autoridades polacas reforzaron la seguridad fronteriza y acusaron a Bielorrusia de alimentar la crisis, algo que Minsk niega.