MOSCÚ — El primer ministro irlandés, Simon Harris, pidió a Israel que deje de bombardear las posiciones de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (Finul), cuyas filas incluyen a soldados irlandeses.
«Israel debe dejar de bombardear las fuerzas de paz de la ONU que sirven en la Finul en el Líbano. Israel tiene que escuchar las voces y la preocupación de la comunidad internacional», declaró el jefe del Gabinete en un comunicado que aparece en la red social X.
Según el primer ministro, él discutió esta situación con el presidente estadounidense, Joe Biden, durante una reunión en la Casa Blanca, así como con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Harris destacó además que discutiría el tema con sus homólogos de la Unión Europea (UE) en la reunión del Consejo Europeo de la próxima semana y pediría un alto el fuego inmediato para implementar la Resolución 1701 de la ONU.
El jefe del Estado Mayor de Defensa irlandés, el teniente general Sean Clancy, aseguró a RT que no cree en la versión de Israel de que los representantes de los cascos azules de la ONU en el Líbano resultaron heridos de manera accidental.
«En estas circunstancias, no. Un tanque que dispara contra una torre de observación, que es un objetivo muy pequeño, lo hace de forma deliberada, es un disparo directo. Así que desde un punto de vista militar, no es un accidente, es un acto deliberado», destacó Clancy.
Según el teniente general, el ataque contra las fuerzas de paz constituye una violación grave, por lo que se debe exigir que detecten los responsables.
El 10 de octubre, la Finul denunció unos disparos por parte de Israel hacia una torre de observación de su cuartel general en la ciudad de Naqoura, que provocaron su caída y dejaron al menos dos heridos.
Al día siguiente, la misión volvió a reportar explosiones cerca de su sede en Naqoura, en las cuales otros dos empleados sufrieron lesiones.
Además, la Finul informó que luego del bombardeo, una topadora de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) derribó las barreras de la misión cerca de la localidad de Labbouneh, en zona fronteriza entre Israel y el Líbano, después de lo cual al lugar llegaron tanques israelíes.
El Ejército de Israel, por su parte, confirmó el bombardeo de la zona, alegando que detectó «una amenaza directa contra los soldados israelíes». Según las FDI, «horas antes del incidente» el personal de la Finul recibió instrucciones «para que se refugiara en habitaciones seguras y permaneciera allí».
El pasado 1 de octubre, Israel inició una invasión terrestre en el sur del Líbano tras fuertes bombardeos aéreos que han dejado para el 3 de octubre casi 2.000 muertos, entre ellos 127 niños y 261 mujeres, y unos 9.400 heridos, según el Ministerio de Salud libanés.
El Gobierno de Israel argumenta que busca crear condiciones para el retorno de 60.000 israelíes del norte del país, que fueron evacuados cuando hace un año el movimiento chií libanés Hizbulá comenzó a lanzar ataques en apoyo al movimiento palestino Hamás.