Gazprom: La reducción del flujo de gas ruso «resulta peor que el covid-19» para la Unión Europea

La «destrucción deliberada de la demanda de gas» por parte de las autoridades comunitarias solo aumenta las ganancias de los especuladores bursátiles, denunció el CEO de la empresa gasística en un foro.

La reducción de los suministros de gas natural desde Rusia a la Unión Europea, provocada por la decisión de las autoridades comunitarias de prescindir de este producto, «resulta peor que el covid-19» para la economía de ese bloque, valoró el presidente ejecutivo de la compañía Gazprom, Alexéi Míller. «Y es un hecho ejemplar», agregó al intervenir este jueves en el Foro Internacional de Gas de San Petersburgo.

Antes de 2020, sostuvo el directivo de la mayor compañía gasística rusa, los precios oscilaban dentro de un margen de 5 % a partir del precio de apertura de la jornada bursátil. Durante los tiempos del covid-19 la amplitud de las oscilaciones creció hasta más o menos 10 %. Desde que en 2022 se redujo drásticamente la demanda de gas ruso en el mercado europeo, la volatilidad de los precios durante la jornada ronda el 15 %.

Según relató Míller, el mercado europeo vive una «destrucción deliberada de la demanda de gas». La dinámica a la baja del consumo de gas en la Unión Europea y el Reino Unido continúa. Así, en los primeros nueve meses de este año se sustrajeron 11.000 millones de metros cúbicos de la demanda, en comparación con el respectivo período de 2023. A medida que se reducen los volúmenes, los gastos para abonarlos se vuelven «colosales, enormes», y la UE paga 2,7 % más que hace cuatro años en términos de la relación con su producto interno bruto.

A causa de esta desproporción, dijo Míller, las tarifas energéticas están creciendo a un ritmo muy rápido. Según sus datos, la producción en algunas ramas industriales ha descendido en casi 10 % en el último año y medio, alcanzando los valores más bajos en una década.

Los políticos comunitarios han expuesto a los efectos dañinos de estas tendencias «no simplemente a la industria europea, sino las columnas vertebrales de la economía de la Unión Europea, puesto que las ramas con un consumo intenso de gas, como las de fundición de acero, de cemento y de química (…) son el fundamento de esa economía», afirmó.

Algunas empresas europeas han cerrado, mientras que la mitad de las empresas en Alemania «sopesa la posibilidad de transferir su producción a terceros países o reducir la producción».

La industria europea no puede ser competitiva en esas condiciones, opinó el presidente ejecutivo de Gazprom, y enumeró algunas consecuencias del cambio. Ante todo, dijo, «continuará el proceso de desindustrialización de Europa». Además, aumentará aún más la volatilidad en el mercado europeo de gas. «Lo más desagradable», añadió, «es que esta política y esta situación en el mercado europeo de gas pueden llevar a un nuevo choque de precios del gas e interrupciones en los suministros».

Míller destacó también el creciente papel del capital especulativo en el comercio del gas, y citó un reciente ejemplo de aumento del precio de los contratos «en 12 % en 21 minutos» ante la noticia de una grande compraventa, que resultó refutada el día después. Los especuladores saben ganar tanto en las tendencias al alza en el mercado como en las que van a la baja, recordó.

 

 

 

 

 

 

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