Moscú, 10 oct. Un ataque ucraniano con drones obligó a desalojar hoy un pueblo de la periferia de Maikop, capital de la república de Adigueya, en el suroeste de Rusia, informó el gobernador regional, Murat Kumpílov.
“Un suburbio de Maikop fue atacado este jueves con drones enemigos. No hubo víctimas ni heridos. En el lugar están los representantes de servicios de emergencia y rescatistas. Bomberos del Ministerio de Emergencias están sofocando un incendio», publicó Kumpílov en la red social Telegram.
El gobernador agregó que se organizó la evacuación del pueblo de Rodnikovi hacia un centro de acogida en la aldea de Jánskaya. «Estoy en el terreno coordinando el trabajo de todos los servicios y departamentos», dijo Kumpílov.
Previamente el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia comunicó que un total de 92 vehículos aéreos no tripulados de ataque ucranianos fueron derribados en el espacio aéreo del suroeste del país.
La mayoría de estos vehículos aéreos no tripulados, 47, fueron interceptados en la región de Kubán, de la que Adigueya forma parte, otros 12 en la de Kursk, nueve en la de Rostov del Don, cuatro en la de Briansk, dos en la de Bélgorod, otros dos en Crimea y uno en la de Vorónezh, precisó la cartera militar.
Adicionalmente, fueron derribados 15 drones sobre el mar de Azov, aunque el ministerio no especificó los blancos de estos ataques que calificó de terroristas.
Durante los últimos meses se intensificaron los ataques ucranianos con drones contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, en primer término en las provincias fronterizas pero también en zonas más remotas.
El territorio de Crimea, que en 2014 se separó de Ucrania para reincorporarse a Rusia, es uno de los blancos predilectos para ataques e intentos de sabotaje por parte del Ejército ucraniano desde que Moscú comenzó su operación militar especial en 2022.
También las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.