Zajárova comenta el escándalo protagonizado por el rapero P. Diddy

El músico se encuentra en prisión a la espera de juicio por cargos de crimen organizado, tráfico sexual y transporte con fines de prostitución.

El «monstruoso escándalo» en torno al rapero estadounidense Sean Combs, también conocido como P. Diddy, ha puesto de manifiesto la necesidad de que EE.UU. se esfuerce por apartarse de los asuntos globales para centrarse en los internos, declaró en una entrevista exclusiva para RT la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.

Combs, de 54 años, ganador de tres premios Grammy y destacado productor de hip-hop desde el sello musical Bad Boy Records, fue arrestado a mediados de septiembre en Nueva York y acusado de tráfico sexual por la fuerza, conspiración para cometer crimen y transporte con fines de prostitución. Asimismo, se enfrenta a más de 100 acusaciones adicionales de conducta sexual inapropiada, incluso contra menores, en casos que se remontan a principios de la década de 1990.

«Era un sistema formado por cientos de personas. Cada evento de este mismo P. Diddy, con todo ese séquito de las llamadas celebridades, debe haber sido atendido por cientos o miles de personas. Y todo esto en un país lleno de cámaras, con vigilancia 24 horas al día, siete días a la semana, a través de Internet, todo ello en torno a niños que eran violados y pervertidos«, afirmó la vocera.

Zajárova describió la red construida por P. Diddy como «una estructura mafiosa que unía a gente del ‘show business‘ y gente de la comunidad política, obviamente», en la que «se cubrían unos a otros de alguna manera», y comparó el caso con el de Jeffrey Epstein.

«La policía no podía menos que saberlo, el FBI no podía menos que saberlo, la Casa Blanca no podía menos que saberlo, todo el mundo lo sabía. Algunos tenían miedo, otros guardaban esa información para el momento oportuno», comentó.

La portavoz sugirió en forma de pregunta: «¿Quizá EE.UU. debería apartarse de los problemas del mundo por un segundo» y «volver todas sus capacidades y todo su patetismo sobre los supuestos excepcionales por una vez en la vida contra sí mismo?».

«Las autoridades estadounidenses deberían rogar ahora al periodismo tradicional y real que asuma la función sanitaria, la función de la higiene y de entrega de información que la gente simplemente temía expresar, porque se daba cuenta de que simplemente los matarían», expresó.

 

 

 

 

 

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