Sánchez en el Congreso: «Somos hijos de la migración, no vamos a ser padres de la xenofobia»

El conservador Partido Popular solicitó un Pleno monográfico sobre la cuestión migratoria, si bien ha dedicado sus intervenciones a hablar de ETA.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, defendió este miércoles que la acogida de migrantes es una «cuestión de humanidad» y que también es necesaria para la supervivencia del Estado del Bienestar.

«Intentan crear un monstruo donde solamente hay seres humanos buscando una oportunidad. Los españoles somos hijos de la migración, no vamos a ser padres de la xenofobia», sostuvo el mandatario ante el Congreso de los Diputados, en un pleno monográfico sobre la cuestión migratoria, solicitado por el principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP).

En el foco del debate de los últimos meses se encuentra la situación de las Islas Canarias, cuyo sistema de acogida se encuentra al borde del colapso con la llegada continua de cayucos con migrantes procedentes, en su mayoría, de África subsahariana.

El mayor escollo es la situación de los menores de edad que llegan sin la tutela de ningún adulto. La red del archipiélago está al límite, acogiendo a más niños y adolescentes más allá de la capacidad de sus instalaciones, por lo que el Gobierno ha instado una política de reparto solidario entre las demás regiones del país , a lo que se oponen los partidos de derecha y ultraderecha.

Datos contra relato

Durante su intervención, Sánchez ha desgranado una serie de datos para «refutar muchos de estos estereotipos y de bulos que propagan la derecha y la ultraderecha».

Así, ha relatado que en los últimos 10 años, tan solo el 6% de los migrantes que ingresaron en el país lo hicieron de manera irregular, de los que el 40% son de origen latinoamericano, el 30% europeo y el 20% africano, desmontando así la tesis de que España está viviendo una supuesta «invasión africana», tal como sostiene la extrema derecha.

El presidente también se ha referido al repetido mantra de que los migrantes llegan para «quitar el trabajo» a los ciudadanos españoles: «La realidad es que la mayoría de ellos desempeñan profesiones invisibilizadas con un alto grado de precariedad y que, sin ellos sectores tan «Importantes como la agricultura, la construcción o la hostelería, se hundirían, ya que suponen entre el 25 y el 50 % de sus trabajadores«, apuntó.

También hizo alusión a los argumentos alarmistas que intentan vincular a la  migración con la delincuencia o la inseguridad ciudadana: «Vox y el PP nos dicen que los migrantes ponen en peligro a nuestros seres queridos, pero lo cierto es que la mitad de las personas que trabajan cuidando a nuestros hijos, a nuestros padres ya nuestros abuelos, son personas migrantes».

Entre otros datos, el mandatario ha reseñado que los ciudadanos extranjeros aportan el 10 % de los ingresos a la Seguridad Social, mientras que utilizan los servicios públicos un 40 % menos que los españoles.

Eludiendo la inmigración para hablar de ETA

Por su parte, la réplica del PP, de manos de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, no se ha centrado en el reto migratorio, a pesar de que el pleno monográfico había sido convocado a su solicitud. Por el contrario, el discurso opositor ha girado en torno a la extinta banda terrorista ETA.

Núñez Feijóo aprovechó para hablar de la polémica de esta semana: la aprobación de la reforma de una ley que permitirá que más de 40 presos etarras concluyan antes de su condena, al convalidarles los años de cárcel pasados ​​en Francia.

La reforma salió adelante en el Congreso por unanimidad, también con los votos favorables de PP y Vox, quienes durante esta semana aseguraron que se trató de un «error» e instaron al Gobierno, único actor competente en este momento procesal, a retirarla.

Para poner el foco en este asunto, la oposición utilizó a la senadora Marimar Blanco, hermana de un político asesinado por ETA en los años 90, para interrumpir el discurso de Sánchez y recibir los aplausos de sus colegas populares, hasta tomar asiento al lado del presidente de su partido.

Petición a Bruselas

Durante su comparecencia, Sánchez también anunció que solicitará a la Comisión Europea que adelante la entrada en vigor del pacto migratorio europeo para el verano de 2025, en lugar de 2026, como está previsto.

Asimismo, informó que llevará al Consejo de Ministros el mes que viene la reforma del reglamento de extranjería, con el objetivo de agilizar los trámites, así como incorporar nuevas figuras de arraigo.

En otro tramo de su discurso, el presidente español defendió la necesidad de la migración, al esgrimir datos económicos y demográficos. Por ejemplo, destacó que a partir de 2025 la población europea comenzará a envejecer ya reducirse, y que las personas jubiladas aumentarán en un 35 %, mientras que se perderán alrededor de 30 millones de trabajadores.

«Si no hacemos nada, en los próximos 25 años nuestra pirámide demográfica podría perder cuatro millones de personas en edad de trabajar», alegó al referirse al caso concreto de España.

Así, Sánchez ha defendido que el segundo país en extensión de la UE y uno de los de menor densidad poblacional, «tiene tanto la necesidad como la capacidad de integrar».

El presidente cerró su intervención con un ataque a la derecha y ultraderecha, al aseverar que tratan de inocular miedo y causar alarma social, como forma de abrirse camino hacia el Gobierno. «Quieren que la Armada deje de auxiliar náufragos y se dedique a hundirlos. Quieren reemplazar los centros de acogida por campos de detención. Quieren cambiar el tratamiento individualizado y acorde a la ley, por deportaciones masivas e indiscriminadas. Quieren expulsar a todas aquellas personas que no piensan, vistan y luzcan exactamente igual que ellos«, denunció.

 

 

 

 

 

 

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