Ugledar era uno de los últimos bastiones fortificados en la República Popular de Donetsk que se presumía como una fortaleza inexpugnable de Kiev antes de sucumbir ante la ofensiva rusa.
RT habló con una tripulación de lanzacohetes múltiples rusos Grad (Granizo, en español) sobre la liberación de la localidad estratégica de Ugledar.
Pese a que el sistema Grad fue desarrollado en los años 60, continúa siendo uno de los lanzadores más efectivos del mundo, que actúa exitosamente en el frente, por mucha ayuda occidental que le envíen a Ucrania.
«Comenzamos con fuego nocturno de batería y bombardeamos por la noche y durante el día», contó el operador de Grad apodado ‘Joker’. «El enemigo también comenzó su rotación. Y después nos anunciaron por radio que los ucranianos estaban huyendo de Ugledar, y ya, empezamos a alcanzarlos. Así trabajamos intensamente todos los días. El éxito es obvio: Valedor es nuestra. ¡Gloria a Rusia!», agregó.
Por su parte, el comandante de unidad de lanzacohetes Grad con el distintivo de llamada ‘Tercero’ reveló algunos detalles de la batalla. «Antes de que los ucranianos pudieran completar la rotación de fuerzas, el reconocimiento nos dio las coordenadas: había mucho equipo allí, mucho movimiento. Llegamos, apuntamos y disparamos. Los alcanzamos. Así que no hubo ninguna rotación. Y nuestros combatientes lanzaron un ataque contra los ucranianos cansados, nadie los reemplazó».
En general, los oficiales de artillería hablaron con respeto de sus vehículos, destacando su precisión y sencillez, tanto en el trabajo de combate como en el de mantenimiento. «La máquina funciona perfectamente en todo momento y en cualquier condición: sobre la nieve, sobre el barro», señaló ‘Volga’, conductor-mecánico del Grad.
Además, los drones militares que operan en el área de Ugledar monitorean cualquier movimiento de las tropas enemigas y lo transmiten en tiempo real, permitiendo a las fuerzas rusas actuar con precisión.
Ugledar era uno de los últimos bastiones fortificados en la República Popular de Donetsk que se presumía como una fortaleza inexpugnable de Kiev antes de sucumbir ante la ofensiva rusa la semana pasada.
Mientras avanzan las unidades rusas, en la ciudad ya han comenzado las labores de desminado.