El jefe del Comando Central de Estados Unidos llega a Israel para abordar el ataque a Irán

13TV

El jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Michael Erik Kurilla, ha llegado este sábado a Israel, según el diario local Haaretz, para participar en la coordinación de la respuesta del Estado hebreo al ataque iraní del martes.

La llegada de Kurilla se esperaba de hecho desde este sábado por la mañana, mientras Israel prepara su respuesta al ataque masivo de la república islámica, que será «seria y significativa», según han asegurado oficiales de las fuerzas armadas.

El pasado martes, unos 180 misiles balísticos lanzados por Irán llegaron a Israel en un ataque masivo que hizo sonar las sirenas antiaéreas en todo el país, obligando a millones de personas a buscar refugio en cuestión de minutos y dejó una víctima mortal. Si bien las fuerzas armadas israelíes auguraron una respuesta «significativa», no dieron en ese momento ningún detalle al respecto.

El canal 12, la televisión más popular de Israel, ha asegurado además que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, mantendrá consultas adicionales en materia de seguridad este sábado por la noche para tratar el ataque.

Entre los posibles objetivos de la respuesta hebrea se encuentran las instalaciones petrolíferas iraníes, algo de lo que Estados Unidos ha intentado disuadir a Israel. «Si estuviera en su lugar, pensaría en otras alternativas distintas a atacar los campos petrolíferos», ha afirmado en una rueda de prensa el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

«Un grave error»

El pasado martes, al término del ataque iraní, Netanyahu aseguró que Israel había cometido un «grave error» y que iba a «pagar por ello». Irán alegó que el ataque respondía a la muerte del líder del grupo chií libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, en un bombardeo israelí contra Beirut hace una semana, así como a la del que fuera líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán que Israel nunca reivindicó ni desmintió.

Desde el comienzo de las hostilidades, los ataques de Israel han matado a casi 2.000 personas y han obligado a 1,2 millones a abandonar sus hogares, principalmente en el sur y el este del país mediterráneo.

Además, el ataque de Irán se produjo horas después de que Israel anunciase una incursión terrestre en el sur del Líbano, en la que han muerto hasta el momento nueve uniformados israelíes y el Ejército estima que unos 400 milicianos de Hezbolá.