ASTANÁ — El empeño de Washington y sus aliados en preservar la hegemonía redunda en perjuicio de la estabilidad global, declaró el director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso), Alexandr Bórtnikov, al reunirse con sus homólogos de otros países miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
«Desde nuestra reunión anterior en Biskek [en mayo pasado], en el mundo ha continuado la evolución de procesos que tienen un impacto negativo sobre la estabilidad global y, particularmente, sobre la seguridad de los países de la CEI. La causa es evidente: EEUU y sus aliados más próximos de la OTAN desean retrasar la pérdida de su dominio global a toda costa», declaró Bórtnikov al intervenir en la 55 reunión del Consejo de jefes de cuerpos de seguridad y servicios especiales de la CEI que se celebra en la capital kazaja.
El jefe del FSB añadió que «Washington y Londres, con tal de contener y debilitar a sus competidores, socavan deliberadamente el sistema del derecho internacional y la diplomacia multilateral, utilizan todas las herramientas disponibles de bloqueo económico y tecnológico, promueven y fomentan en todas partes una propaganda que busca deshumanizar a la población de países inconvenientes».
«Para crear y mantener focos de tensión en las fronteras de sus rivales geopolíticos, llevar a cabo otras acciones subversivas, los anglosajones están utilizando de manera cada vez más agresiva las herramientas de las llamadas guerras subsidiarias y operaciones encubiertas», añadió Bórtnikov.
Paralelamente, siguen adelante con la expansión de la OTAN y la militarización de las regiones donde el bloque o aliados clave mantienen presencia avanzada, y están fraguando nuevas alianzas bélicas con participación angloamericana, dijo el alto cargo ruso.
Para Bórtnikov, «EEUU y Reino Unido privan sistemáticamente a países neutrales de la oportunidad de llevar a cabo una política soberana, al tiempo que someten a un control total a países dependientes, en cuyos pueblos ven un instrumento para la implementación de sus propios intereses geopolíticos».
Jefe del FSB culpa a Occidente de «no dejar a Kiev concretar la paz»
Bórtnikov acusó a Estados Unidos y el Reino Unido de poner obstáculos a la paz en Ucrania.
«Son a todas luces evidentes las desastrosas consecuencias de la situación en que los habitantes de toda una nación se han visto en calidad de rehenes de Occidente y su régimen títere. Los tutores de Washington y Londres todavía no dejan a Kiev concertar la paz que pudo haberse logrado en primavera [boreal] de 2022», afirmó.
Al mismo tiempo, el alto cargo ruso endosó una gran parte de responsabilidad en Volodímir Zelenski, que «ha cancelado la celebración de las presidenciales, consciente como es de que la única manera de preservar el poder es continuando las hostilidades».
Bórtnikov constató que las Fuerzas Armadas de Ucrania no alcanzan sus objetivos a pesar de ingentes suministros de material bélico desde Occidente, por lo que «la OTAN empuja a Kiev a intensificar una guerra de sabotaje y terror en zonas limítrofes de Rusia, lanzar ataques a instalaciones clave de los sectores de energía nuclear, transporte, petróleo y gas, así como perpetrar actos de intimidación contra civiles».
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte del Gobierno de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Ucrania es apoyada militarmente por la OTAN, el bloque bélico que integran 32 países, tres de ellos —EEUU, el Reino Unido y Francia— poseen armas nucleares.
A mediados de junio pasado, Putin formuló varias condiciones clave para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire las tropas de cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie), desista de adherirse a la OTAN y mantenga el estatus neutral, no alineado y no nuclear; y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia.