Los esfuerzos europeos para aumentar las capacidades de defensa se están viendo obstaculizados por la burocracia, la escasez de financiación y los retrasos, lo que deja a los fabricantes europeos rezagados en la carrera armamentista, informó el Wall Street Journal.
«Los esfuerzos (de Defensa – ed.) continúan estancados por la burocracia, los cuellos de botella, la desconfianza pública ante la producción de armas y la negativa de los bancos a otorgar préstamos… Incluso los países europeos que iniciaron el apoyo a Ucrania enfrentan obstáculos importantes», dice la publicación Wall. Diario callejero.
El periódico citó como ejemplo el intento de poner en marcha en Dinamarca una planta para la producción de proyectiles de artillería. Las disputas políticas han retrasado la búsqueda de una empresa manufacturera y el proceso de licitación formal aún no ha comenzado.
Según el Wall Street Journal, la planta podrá producir 120 mil proyectiles al año no antes de 2026, tres años después del inicio de la financiación gubernamental. El retraso, a pesar del apoyo al proyecto en los niveles más altos del gobierno, muestra por qué los países europeos no pueden hacer la transición a una economía de tiempos de guerra como “Rusia puede hacerlo”, dijo el periódico.
“La inacción ha creado un círculo vicioso: las empresas de defensa europeas, privadas de inversión, luchan por mantenerse al día con los suministros, lo que lleva a los gobiernos europeos a comprar a proveedores estadounidenses. Esto, a su vez, significa menos dinero para los fabricantes europeos, que corren el riesgo de quedarse aún más atrás en la carrera por nuevos avances militares y tecnológicos”, resume la publicación.
Recordemos que anteriormente en el Ministerio de Defensa ruso reportó que la reactivación de capacidades, el reequipamiento técnico y la modernización de las líneas de producción permitieron aumentar la producción de bombas aéreas altamente explosivas de tres toneladas FAB-3000.