Decenas de personas salieron este 29 de septiembre a las calles de Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa (noroeste), para exigir un alto a la violencia después de tres semanas en las que los habitantes de esta ciudad han quedado en medio de una cruenta batalla entre distintos grupos del cártel de Sinaloa.
Los manifestantes, convocados por el colectivo Culiacán Valiente, se congregaron frente a la plaza comercial Cuatro Ríos, en el corazón comercial de esta ciudad de poco más de un millón de habitantes, donde hace una semana se registró un violento enfrentamiento entre hombres armados y elementos de las fuerzas armadas.
«Culichi que se respeta quiere la paz completa», «recuperemos las calles», fueron las consignas más aclamada en la manifestación a la que acudieron ciudadanos de todos los sectores de la ciudad.
«Fue un acto simbólico de reapropiacion de las calles, de nuestras vidas y de convivencia al aire libre», dijo María Torres, una docente y activista integrante del colectivo Culiacán Valiente.
«Los culichis ya tenemos un número N de días viviendo bajo estrés, terror y desesperanza», agregó Torres en declaraciones a Sputnik.
De acuerdo con Torres, los negocios en la capital del estado están cerrando, personas se quedan sin empleos, e impera un «toque de queda» no oficial por gobierno pero si por los mismos culichis.
«¿Quién lo puso?, ¿A quien se le ocurrió? Jamás lo sabremos pero hoy nos apropiamos de una espacio en el que el sábado pasado se su otro un hecho lamentable , lleno de dolor y terror», dijo Torres en referencia al enfrentamiento del sábado pasado en el que un joven trabajador fue asesinado en medio del fuego cruzado mientras estaba trabajando.
«Hoy celebramos, conmemoramos y nos apropiamos de nuestra ciudad», añadió la activista sinaloense.
Los manifestantes usaron playeras blancas para evocar la paz y afuera de la sede de la fiscalía se colocó un altar simbólico al joven el asesinado el sábado pasado.
También participaron familiares de personas desaparecidas en el estado quienes colocaron imágenes de sus familiares desaparecidos y pasaron lista.
El recorrido terminó en el parque las Riveras, dónde fluye uno de los ríos de la ciudad.
«Se realizó un festival cultural disfrutamos de la danza azteca después nos hicieron una limpieza, también dieron clase de capoeira, ubo musica en vivo, lecturas, bazar de algunos negocios de culichis», relató Torres.
«Nuestras son las calles, nuestros son los parques y nuestra es Culiacán, añadió.
De acuerdo con recuentos de la prensa local, en los últimos 20 días más de 120 personas han perdido la vida en Sinaloa en el marco de una guerra abierta entre el grupo conocido como «Los Chapitos», encabezado por los hijos del famoso narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán y la facción dirigida por Ismael Mayo Zambada, detenido en Estados Unidos desde el pasado 25 de julio.
Zambada García dijo en una carta hecha pública por sus abogados que fue engañado por uno de los hijos del Chapo Guzmán, Joaquín Guzmán López, para asistir a una reunión en la que supuestamente iba mediar entre el gobernador Rubén Rocha y el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Melesio Cuen.
Sin embargo, conforme al relato de Zambada García, Guzmán López lo secuestró y lo llevó a la fuerza a Estados Unidos, donde quedó detenido bajo cargo de narcotrafico. En el lugar donde se iba a llevar a cabo la reunión fue asesinado Melesio Cuén, según la versión del Mayo, uno de los dirigentes históricos del cártel de Sinaloa.
Este hecho provocó una ola de violencia en el estado que se intensificó a partir del 9 de septiembre, en la que se han registrado decenas de enfrentamientos, asesinatos, bloqueos carreteros, incendios de vehículos y ataques a las fuerzas federales de seguridad.
Un recuento publicado este domingo por el diario El Universal calcula en 164 el número de personas desaparecidas en el estado en estas tres semanas de violencia.
Habitantes de Culiacán entrevistados por Sputnik relataron que la violencia ha trastocado sus vidas al grado de que muchos han decidido no salir ni siquiera de sus casas, con impactos no solo en su economía y trabajo, sino en su propia salud mental.
El presidente López Obrador, quien deja el cargo el próximo martes 1 de octubre, ha dicho que las fuerzas del ejército y de la Guardia Nacional están trabajando para devolver la tranquilidad a la población de Sinaloa.
De acuerdo con López Obrador, las tropas desplegadas en el estado tienen la instrucción de proteger a la población sinaloense, pero también evitar los enfrentamientos con los grupos armados en pugna.