MOSCÚ — El proceso de contratación de laboratorios rusos para analizar muestras de agua vertidas por la dañada central nuclear japonesa de Fukushima está en marcha en Rusia, mientras que las investigaciones en laboratorios nacionales podrían comenzar en 2024-2025, dijo a Sputnik el representante permanente de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijail Ulyanov.
“Se está trabajando para que nuestros laboratorios se conecten, quizás varios de ellos… Es necesario que los laboratorios tengan las competencias adecuadas y que estas competencias sean reconocidas en este caso por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Se trata de un aspecto puramente técnico, pero requiere un cierto tiempo. Por lo que recuerdo, nuestros laboratorios podrían conectarse a finales de este año o principios del próximo”, dijo Uliánov al margen del foro internacional Russian Energy Week cuando se le preguntó sobre el análisis del agua vertida desde la central nuclear de Fukushima.
Los laboratorios ubicados en diferentes regiones de Rusia, incluido el Lejano Oriente, están solicitando unirse a este proceso, agregó el diplomático.
En el ejercicio 2023, el operador de la central nuclear, Tepco, liberó un total de 31.200 metros cúbicos de agua tratada. En el ejercicio 2024, tiene previsto liberar 54.600 metros cúbicos de agua.
Japón comenzó a verter al océano parte de las aproximadamente 1,34 millones de toneladas de agua tratada de la central nuclear de Fukushima en agosto de 2023, a pesar de las protestas de los países vecinos y los pescadores locales. El agua tratada se limpia de sustancias radiactivas aparte del tritio, por lo que se diluye a una concentración menor antes de ser vertida. Se espera que todo el proceso de vertido de agua dure al menos 30 años.
Del 26 al 28 de septiembre se celebrará en Moscú la Semana de la Energía de Rusia.