El eurodiputado ultraderechista español Luis ‘Alvise’ Pérez comienza a acumular frentes judiciales en su nueva etapa como político. Ya había tenido que hacer frente a los juzgados españoles con anterioridad y en alguna ocasión llegó a ser condenado, siempre relacionado con sus actividades en sus redes sociales y otros canales de comunicación en los que es conocido por lanzar todo tipo de bulos y de desinformación.
El último frente lo ha abierto la Audiencia Provincial de Sevilla, que ve indicios de delito en la publicación por parte de ‘Alvise’ de la foto de una hija del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su canal de Telegram, donde acumula más de 300.000 seguidores.
Revelación de secretos
Los hechos sucedieron el 16 de noviembre del año pasado cuando el político ultra adjuntó una foto de la afectada, tomada sin permiso de su cuenta privada de Instagram*, al mensaje: «[Nombre y apellidos], hija de Pedro Sánchez, estudia en un centro privado en Inglaterra, y la traen un par de veces al mes en un vuelo privado. Socialistas, pero van a centros extranjeros de 40.000 euros al año, viajes de avión incluidos mientras a nosotros nos los quieren prohibir. La hija no tiene la culpa de la hipocresía de su padre el tirano, pero es prueba de ello, y España debe saberlo».
Pérez debió de darse cuenta enseguida de la ilegalidad que podía estar cometiendo, porque a los tres minutos cambió la imagen por otra donde se tapaba la cara de la joven, que acababa de cumplir la mayoría de edad, con un emoticono.
Sin embargo, la imagen ya había comenzado a circular y a recabar «comentarios de los lectores de carácter sexual y vejatorio», según señala la Audiencia —y recoge El País— que corrigió a un juzgado de primera instancia que habría archivado la denuncia presentada por la hija de Sánchez y, en cambio, ordenó que se investigue un posible delito de revelación de secretos.
La Audiencia apuntó que la imagen tiene un carácter personal reservado, porque va unida a su nombre y su filiación, además de que se encontraba alojada en una cuenta privada a la que solo acceden los autorizados, por lo que hay que aclarar cómo se consiguió acceder a ella para después difundirla.
Financiación irregular
«Necesito fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas». Se trata de una de las frases que ‘Alvise’ escribió en una conversación con un empresario que le proporcionó 100.000 euros en efectivo para la campaña a las elecciones al Parlamento europeo de junio en la que acabó siendo elegido eurodiputado.
El líder de la formación política Se Acabó La Fiesta (SALF) ofreció a Álvaro Romillo, responsable de Madeira Invest Club (MIC), un acuerdo durante la pasada primavera: el político promocionaba sus negocios de criptomonedas e inversiones, mientras que el empresario le proporcionaba fondos para la financiación opaca de su campaña electoral.
Así se recoge en las conversaciones, acreditadas por un perito, que Tomillo entregó la semana pasada a la Fiscalía General del Estado junto con un escrito en el que reconoce haber entregado esa gran suma de dinero a través de un trabajador que se la dio en mano a ‘Alvise’ en el centro de Madrid. El caso ha pasado a la Fiscalía del Supremo, pues es el tribunal competente para enjuicias a los aforados.
Antes, Pérez le había confiado al empresario que necesitaba 300.000 euros para financiar su campaña, como consta en el intercambio de mensajes entre ambos al que ha tenido acceso elDiario.es.
De ese modo el político le desgranó sus peticiones: «Mis necesidades son: tráfico y alcance. Fondos que no requieren ser controlados por el Tribunal de Cuentas […] Fondos para el partido (6 actos, logística, propaganda y publicidad que a mí el [Tribunal de] Cuentas no me permite pagar de mi bolsillo por ley de financiación de partidos políticos)».
También expone en esos escritos sus aspiraciones: «Hacer crecer el partido y prepararnos para objetivo de lograr 5 escaños [en el Congreso nacional] en 2026 y optar a ser llave de gobierno (algo relativamente alcanzable con la actual fragmentación política)», le relataba a Tomillo.
Los servicios que ‘Alvise’ consiguió de esta relación fueron la creación de billeteras electrónicas para pagar a sus informantes de manera anónima y para recibir donaciones, así como esos 100.000 euros en metálico: «Todo ok! 100.000 gracias, Luis», respondió el político en esa ocasión.
Una confesión y una estafa piramidal
Madeira Invest Club cerró sorpresivamente a principios de la semana pasada. Su fundador alegó que las investigaciones relacionadas con Luis Pérez habían propiciado el bloqueo de sus cuentas y el cese de su actividad. Tan solo tres días después el empresario entregó el escrito a la Fiscalía en la que lo confesaba todo.
Mientras, tras el desmoronamiento del entramado societario, la Asociación de Usuarios de Criptomonedas, presentó una denuncia contra el club de inversión en los juzgados apuntando a posibles delitos de apropiación indebida, organización criminal, apropiación, blanqueo de capitales y falsedad documental, según informa 20 Minutos.
En realidad lo que se investiga es si Madeira Invest Club era en realidad una estafa piramidal, es decir, si abonaba los enormes beneficios que prometía solo con la aportación del capital que aportaban nuevos inversores o mediante la reinversión.
*Instagram pertenece a Meta, empresa prohibida en Rusia y reconocida como organización extremista.