En 2023, la diplomática instó a cambiar el paradigma económico global para cerrar «las inaceptables brechas y asimetrías entre ricos y pobres».
La canciller de México, Alicia Bárcena, participa este sábado en el 79.º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se realiza en Nueva York, EE.UU.
Se espera que la canciller aborde temas como la crisis diplomática con Ecuador por el asalto a su Embajada en Quito el pasado 5 de abril, que culminó con la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien gozaba de asilo diplomático al momento de su captura.
De igual forma, podría hacer referencia a la solicitud formal presentada por México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para intervenir en la demanda de Sudáfrica contra Israel, por las acusaciones de genocidio en la Franja de Gaza.
En septiembre de 2023, la canciller Bárcena señaló ante la ONU que el mundo enfrenta «serias amenazas a la paz y a la seguridad«, y advirtió que para cumplir con la Agenda 2030 se necesitan «acciones urgentes», sobre todo ante la desigualdad y la pobreza que persiste en el planeta.
Por ello instó a lograr «un cambio de paradigma de desarrollo «que cierre las inaceptables brechas y asimetrías entre ricos y pobres y entre países». En esa línea, abogó por reforzar el multilateralismo, que sea «cercano a la gente, oportuno y eficaz, comprometido con la provisión de bienes públicos globales».
Los reclamos de Bárcena concuerdan con la postura del ahora presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en anteriores ocasiones ha criticado a la ONU por su falta de acciones en la lucha contra la pobreza y la desigualdad global.
«La ONU está anquilosada, empolvada, necesita una sacudida. Es un florero, una vitrina«, expresó López Obrador en su momento y también cuestionó que los discursos y propuestas que se plantean en el seno de la Asamblea General, se les toma en cuenta «cada vez menos».