«El reto será garantizar rápidamente una atención de alta calidad para, en el peor de los casos, un gran número de heridos», señaló un alto oficial de la Alianza Atlántica.
La OTAN tendría que hacer frente a un gran número de bajas en primera línea, sin capacidad de transportarlas por aire para su tratamiento, en caso de una guerra con Rusia, afirmó el jefe del Mando Conjunto de Habilitación y Apoyo de la Alianza Atlántica (JSEC, por sus siglas en inglés), Alexander Sollfrank, en una entrevista con Reuters.
«El reto será garantizar rápidamente una atención de alta calidad para, en el peor de los casos, un gran número de heridos», señaló, agregando que, «por razones de planificación, hay que considerar todas las opciones para llevar a un gran número de heridos a las instalaciones médicas, lo que incluye trenes y potencialmente también autobuses».
Según Sollfrank, el entorno de un hipotético conflicto bélico con Rusia sería completamente distinto al que EE.UU. y sus aliados afrontaron en Afganistán e Irak. También indicó que, a diferencia de los insurgentes de Oriente Medio, Rusia tiene capacidad militar para amenazar a los aviones de la OTAN.
En mayo, la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajárova, denunció que la OTAN se prepara para «un conflicto potencial» con Rusia. Zajárova indicó que los miembros de la OTAN «se están preparando seriamente para un ‘conflicto potencial'» con su país, y agregó que los altos mandos de la Alianza, como Rob Bauer, jefe del Comité Militar de la OTAN, y Christopher Cavoli, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa, lo dicen abiertamente.
Mientras, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de «disparate absoluto» las especulaciones de que Rusia tiene planeado atacar Europa. «He hablado de esto muchas veces […] Todos entendemos que eso es absolutamente un disparate», comentó.