La incursión armada en la región rusa de Kursk es una muestra elocuente de que el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, busca escalar el conflicto, afirmó en una entrevista con Sputnik el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski.
«Uno juzga a los demás por lo que hacen, no por lo que dicen. Él [Zelenski] se decantó claramente por una escalada al invadir la región rusa de Kursk. Es la mejor respuesta a cuantos confiaban en que los líderes de Ucrania aspiran a la paz», subrayó Polianski.
El pasado 6 de agosto, las tropas ucranianas emprendieron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento de más de 100.000 civiles.
Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de la operación militar especial en Ucrania.
Para el 16 de septiembre, Ucrania perdió en la línea de Kursk más de 16.000 militares y cientos de blindados, entre ellos 126 carros de combate, según el Ministerio de Defensa ruso.