Organizaciones sociales se reunieron en la zona de la Ventilla para manifestarse a favor del Gobierno de Luis Arce, pero grupos de vecinos leales a Morales intentaron expulsarlos. Finalmente intervino la policía para poner distancia entre ambos y evitar actos de violencia.
Los problemas internos del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) finalmente se trasladaron a las calles de la ciudad de El Alto.
Miles de manifestantes, unos en apoyo al presidente Luis Arce y otros leales al expresidente Evo Morales, se enfrentaron con palos, piedras, petardos y hasta pedazos de dinamita, llamados cachorros, hechos que dejaron al menos ocho heridos, según reportes.
La policía armó un cordón entre ambos sectores para finalmente dispersar a los seguidores de Morales.
Los enfrentamientos de este 22 de septiembre ocurren un día antes de la marcha liderada por Morales (2006-2019), la cual avanzará desde su posición actual, en Achica Arriba, a unos 10 kilómetros del Distrito 8 de El Alto, donde aconteció este insólito enfrentamiento en el que ambos bandos hacían flamear banderas bolivianas y wiphalas.
Las organizaciones sociales afines al Gobierno de Arce fueron convocadas para este 22 de septiembre en la zona de la Ventilla. A las pocas horas, un grupo de vecinos alteños leales a Morales se presentaron para expulsarlos. Entonces se inició la violencia.
Avance de la marcha
El pasado 17 de septiembre, Morales emprendió la «Marcha para Salvar Bolivia» junto con miles de sus seguidores en el municipio de Caracollo, departamento de Oruro, a 170 kilómetros de la ciudad de La Paz. Ese mismo día tuvieron enfrentamientos con un grupo leal a Luis Arce en la población de Vila Vila.
En la ciudad de El Alto, las fuerzas están equilibradas entre los partidarios de ambos políticos. Los bandos son muy similares, salvo pequeños matices. «Aquí en la Ventilla se ven muchos jóvenes, empleados estatales, mineros.
También vi la marcha de Evo y se nota que hay más personas mayores, muchos que vienen del campo», comentó a Sputnik Gustavo, un joven de la zona rural que vino al poblado a comprar forraje para sus animales.
El Gobierno de Arce invitó a dialogar a Morales, quien decidió no atender. A su vez, el expresidente y actual dirigente del MAS extendió una invitación al mandatario a dialogar en el mismo lugar donde se encontraba la marcha, la cual fue rechazada aludiendo motivos de seguridad.
Semanas atrás, Morales presentó al Gobierno el pliego de la movilización que, entre otros puntos, propone solucionar la falta de combustibles y dólares, así como resolver la crisis interna del MAS y definir quién será el candidato de 2025.
Recientemente Morales dijo a la prensa internacional que existe un plan gubernamental «para matarlo» con el fin de evitar otro mandato del primer presidente indígena de Bolivia. Arce, por su parte, le habló directamente a Morales en conferencia de prensa y le remarcó que el conflicto se inició cuando no aceptó ser su «títere». También acusó que el expresidente pretende generar «un nuevo golpe de Estado», como el ocurrido en 2019.
Algunos dirigentes sociales leales a Arce pidieron la detención de Morales por atentar contra el Estado boliviano.
«Entre hermanos nos estamos golpeando»
En la Ventilla, como en la marcha de Morales, había gente de todo el país. Una de ellas era Teresa García, secretaria ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa de la provincia Rafael Bustillos, en el norte de Potosí.
«No vamos a permitir más maltratos. Llamo a la reflexión a los hermanos, que piense bien el compañero Evo Morales qué está haciendo, qué quiere conseguir. Si tanto quiere entrar al poder, que haya diálogo», dijo a Sputnik.
«Entre hermanos nos estamos golpeando. Reflexionen, porque no puede ser eso. Llamamos a la paz», expresó.
Delia Martínez Cornejo, de la Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias Bartolina Sisa, se dirigió al expresidente Morales: «Si vos quieres salvar a Bolivia, sentate a la mesa del diálogo y propone cómo quieres salvar a Bolivia, pero sin agresiones, ni maltratos, ni enfrentamiento entre hermanos».
El líder de la marcha adelantó que este 23 de septiembre ingresará la columna principal por la ciudad de El Alto. Pero también vendrán a La Paz nuevos marchistas por otros tres puntos: la carretera que va al lago Titicaca, la ruta a los Yungas, así como el camino de Río Abajo, en el sur metropolitano.