Moscú cree que las explosiones en el Líbano buscaban «una confrontación armada a gran escala»

ONU — Los autores de las explosiones de dispositivos electrónicos en el Líbano intentaron provocar una nueva gran guerra en Oriente Medio, afirmó el embajador de Rusia ante la Organización de Naciones Unidas, Vasili Nebenzia.

«Es obvio que los organizadores de este atentado sin precedentes en términos de uso malicioso de dispositivos domésticos intentaron deliberadamente incitar a una confrontación armada a gran escala, buscando provocar una nueva gran guerra en Oriente Medio», declaró el diplomático durante una reunión del Consejo de Seguridad.

Según Nebenzia, las acciones de Estados Unidos y sus aliados llevaron al mundo a la amenaza de atentados terroristas que pueden realizarse con la ayuda de estos dispositivos.

«Dado el curso declarado por Washington y sus aliados para el uso de las tecnologías de la información y la comunicación con fines militares y políticos ofensivos contra otros estados, es obvio que son sus acciones las que nos han llevado a la etapa en la que podemos enfrentarnos a una amenaza terrorista que utiliza electrodomésticos», agregó.

Las tensiones entre el Líbano e Israel se intensificaron después de que el Ejército israelí atacara el 30 de julio una casa residencial en el barrio de Haret Hreik, en el sur de Beirut, destruyendo por completo el edificio. Entre los muertos se encontraba el alto comandante del movimiento chií libanés Hizbulá, Fuad Shukr.

El secretario general de Hizbulá, Hasán Nasralá, declaró posteriormente que las acciones de Israel habían «traspasado todas las líneas rojas» y que en un futuro próximo se llevaría a cabo una respuesta a tal ataque.

Israel advirtió, a su vez, que cualquier acto de agresión contra el Estado hebreo podría tener consecuencias destructivas a gran escala para el Líbano.

Los días 17 y 18 de septiembre, en distintas partes del Líbano se registraron explosiones de dispositivos electrónicos, incluidos buscapersonas y walkie-talkies, que dejaron más de 37 muertos y casi 3.000 heridos, según los últimos datos oficiales.

Hasta la fecha se desconocen las causas y autores del suceso, sin embargo, Hizbulá y las autoridades libanesas acusan a Israel de lo ocurrido.

Las autoridades israelíes aún no han confirmado ni negado su implicación en las explosiones simultáneas de miles de dispositivos electrónicos.

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