Moscú — Las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron 180 objetivos en el sur del Líbano y alcanzaron miles de cañones lanzadores.
Tal y como informó el Ejército israelí en su canal de Telegram, «las FDI completaron una serie de ataques en el sur del Líbano».
«Aproximadamente 180 objetivos y miles de cañones lanzadores fueron desmantelados», señala el comunicado, agregando que estos equipos militares «estaban listos para su uso inmediato para disparar hacia territorio israelí».
Según las FDI, los ataques fueron ejecutados después de que el movimiento chií libanés Hizbulá hubiera disparado el 21 de septiembre unos 90 cohetes hacia Israel.
El 20 de septiembre, las FDI llevaron a cabo lo que calificaron como un «ataque selectivo» contra los suburbios del sur de Beirut, que, según los medios, tenía como objetivo a uno de los comandantes de Hizbulá. Más tarde, el Ejército israelí confirmó la eliminación de Ibrahim Aqil, jefe de operaciones de la organización y comandante en funciones de su unidad de élite Radwan, durante el bombardeo.
Según el Ministerio de Salud del Líbano, al menos 37 personas murieron y otras 68 resultaron heridas en el ataque.
Las tensiones entre el Líbano e Israel se intensificaron después de que el Ejército israelí atacara el 30 de julio una casa residencial en el barrio de Haret Hreik, en el sur de Beirut, destruyendo por completo el edificio. Entre los muertos se encontraba el alto comandante de Hizbulá Fuad Shukr.
Los días 17 y 18 de septiembre, en distintas partes del Líbano se produjeron explosiones de dispositivos electrónicos, incluidos buscapersonas y walkie-talkies, que dejaron más de 37 muertos y casi 3.000 heridos, según los últimos datos oficiales.
Hasta la fecha se desconocen las causas del suceso, sin embargo, Hizbulá y las autoridades libanesas acusan a Israel de lo ocurrido.
Las autoridades israelíes aún no han confirmado ni negado su implicación en las explosiones simultáneas de miles de dispositivos electrónicos.