La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, rechazó las críticas en contra de la reforma constitucional que promueve el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que la Guardia Nacional quede sujeta a la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena).
«No tienen por qué preocuparse. Se van a respetar los derechos humanos y se trata de la fortaleza de una institución, no significa militarización, digan lo que digan», afirmó Sheinbaum en declaraciones recogidas por el diario Milenio.
«Militarización quiere decir que hay un mando militar tomando decisiones, y en este caso lo hará la comandanta suprema de las fuerzas armadas; es un poder civil«, destacó, ya que ese rol lo desempeñará ella misma cuando inicie su Gobierno el próximo 1 de octubre.
La Cámara de Diputados de México aprobó el jueves, con 362 votos a favor y 133 en contra, la reforma constitucional que permitirá que la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que tenía un carácter civil-militar, quede por completo al mando del Ejército.
El proyecto pasará ahora para su debate en el Senado, en donde se prevé que será ratificado la semana próxima, en vísperas del cambio de Gobierno entre López Obrador y Sheinbaum.
Mientras el proyecto se debatía en la Cámara de Diputados, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y Amnistía Internacional les pidieron a los legisladores que la rechazaran porque, a su juicio, podría afectar derechos civiles.
Por otra parte, organizaciones como Fundación para la Justicia, Data Cívica, México Unido contra la Delincuencia y Seguridad sin Guerra, entre otras, acudieron a la Cámara de Diputados para denunciar que la reforma, al asegurar que incrementa los riesgos de mayores violaciones a los derechos humanos.