París, 20 sep. Los 38 nombres de futuros ministros de Francia ya están sobre la mesa, falta que entre hoy y el domingo se anuncie de manera oficial el nuevo gobierno, rechazado por su inclinación hacia la derecha.
La víspera, el primer ministro Michel Barnier entregó al presidente Emmanuel Macron en el Elíseo la lista de su gabinete propuesto, integrada por figuras del oficialismo y sus aliados y del partido conservador Los Republicanos.
Entre los nombres divulgados destacan Sébastien Lecornu, quien continuaría al frente de la cartera de Defensa, el senador Bruno Rentailleau (Interior), Jean-Noel Barrot (canciller) y Geneviève Darrieussecq (Salud).
Las críticas desde la izquierda no se hicieron esperar, con denuncias de una derechización de la política gala.
El nuevo gobierno ya tiene sobre sus espaldas al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a la Comisión Europea, opinión en su cuenta en X el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Por su parte, la diputada ecologista Sandrine Rousseau calificó al gabinete filtrado de «una traición a los franceses».
El bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular reclama el derecho a gobernar, tras resultar el que más diputados logró (193) en las elecciones legislativas de julio, aunque lejos de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (289).
Macron descartó la propuesta de la economistas Lucie Castets y nombró como primer ministro hace dos semanas a Barnier, una figura de la derecha.
Para la jefa de la bancada insumisa en la Asamblea, Mathilde Panot, el gobierno a punto de oficializarse constituye una mezcla de partidos perdedores, en alusión a la derrota del oficialismo y de los conservadores en las legislativas.
La izquierda ya anunció que buscará la censura del nuevo gabinete, que sería derribado si la extrema derecha se suma en la cámara baja al esfuerzo para hacerlo caer mediante una moción.