Un grupo desconocido se infiltró en una base israelí, situada en el desierto de Néguev y robó una gran cantidad de equipo militar, informa un medio sionista.
Transcurridos más de 340 días desde que Israel inició una guerra genocida contra los palestinos en la Franja de Gaza, con objetivos proclamados que hasta el momento no ha podido cumplir, sale a luz el lunes que el ejército del régimen sionista experimentó otro fallo de seguridad.
El canal 14 del régimen de Israel reveló que desconocidos lograron infiltrarse hace unos días en la base 906 del ejército sionista situada en el desierto de Néguev, en los territorios palestinos ocupados.
Del lugar, los infiltrados se llevaron un gran número de armamentos y municiones almacenados en 18 contenedores.
Según los medios locales, los contenedores contenían municiones, cámaras de visión nocturna, equipo de apoyo especial y chalecos antibalas.
En noviembre de 2022, en una operación similar, más de 70 000 balas y 70 granadas fueron robadas de una base militar israelí, situada en los ocupados altos del Golán sirios.