El lunes 16 de septiembre comenzó un juicio sobre la demanda de prohibición de TikTok en EEUU. Las autoridades sostienen que la aplicación representa una amenaza a la seguridad nacional porque recopila datos personales de ciudadanos estadounidenses.
«Sería la primera vez que se prohíbe una app tan masiva en Estados Unidos. La mitad de la población tiene cuenta de TikTok. El juicio que se está tramitando responde a una ley que votó el Congreso, el cual le dio un ultimátum de nueve meses a la empresa Byte Dance. El mismo exige vender TikTok a un empresario no chino antes de enero de 2025, argumentando que esta aplicación, podría ser usada como dispositivo de espionaje de China en EEUU», aseguró a Séptimo piso, Martín Becerra, especialista en medios de comunicación e industrias culturales.
«Según el Congreso, el problema es que TikTok es de origen chino e invade la privacidad. Pero esto también lo hacen YouTube de Google o Meta.
Es una práctica común, pero es ilegal porque viola las leyes de protección de datos personales, sin embargo, no están pensando en la protección de datos de usuarios porque hay otras apps invasivas. El tema es quién espía y no que haya espionaje», agregó.
En estos últimos meses se generaron muchos procesos de judicialización entre empresas tecnológicas y los estados de distintas partes del mundo. En ese sentido, Becerra afirmó que se trata de una novedad porque hace cinco años los gobiernos no buscaban este tipo de confrontaciones.
«Los casos de Brasil con X, la detención del dueño de Telegram en Francia y este intento de prohibición de TikTok en Estados Unidos, son diferentes entre sí, pero tiene un común denominador: la cuestión de la soberanía digital. Los estados empiezan a sacudirse de la modorra que tuvieron en el desarrollo y en apogeo de las redes, y hoy entienden que son las mediadoras del discurso público con la que millones de personas se informan», concluyó.
«La violencia es común en los procesos electorales norteamericanos»
Ryan Wesley Routh aparece como el principal sospechoso de haber intentado asesinar a Donald Trump cuando jugaba al golf en Palm Beach. Es la segunda vez que el expresidente enfrenta un intento de magnicidio, y el Servicio Secreto falla en la protección del republicano.
«Hay que tener en cuenta que estos episodios de violencia política son comunes en EEUU. No llama la atención, pero sí impacta bastante. No pasó como en el episodio anterior que había muchas cámaras alrededor, por eso la información que llega de lo ocurrido en el campo de golf es bastante fragmentada», aseguró a Séptimo piso, Valeria Carbone, historiadora y especialista en EEUU. «El autor sería un simpatizante republicano que no está de acuerdo con las políticas de Trump respecto a Ucrania y eso lo habría radicalizado», agregó.
La especialista también se refirió a la crisis política que atraviesan los partidos. «Trump ganó las primarias de su partido con un alto porcentaje, pero hay republicanos que manifestaron que no lo van a votar a él y si lo harán por Kamala Harris. Esto marca que hay una fragmentación dentro del partido. Por otro lado, parte de los demócratas pidieron, en su momento, la renuncia de Joe Biden a la candidatura a presidente. Hay una crisis de representación en el sistema bipartidario», aseveró.