El presidente decidió exponer él mismo el proyecto, lo que justificó por ser economista de formación y porque considera que el destino del puebo «se juega en las definiciones económicas que toma».
El presidente de Argentina, Javier Milei, presentó este domingo el Presupuesto 2025 en el Congreso Nacional, bajo la premisa del «déficit cero» en las cuentas públicas.
«Hoy estamos aquí para presentar un proyecto de presupuesto nacional que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que podamos volver a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos», arrancó el mandatario su discurso.
El presidente decidió exponer él mismo el proyecto, lo que justificó por ser economista de formación y porque considera que el destino del puebo «se juega en las definiciones económicas que toma».
«Después de años donde la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos a ponerle un cepo al Estado«, dijo el mandatario, que definió su proyecto como «el más radicalmente distinto de este siglo».
En ese sentido, reiteró la premisa del «déficit cero». «Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal«, aseguró, destacando que solo permitirá un aumento del gasto si la propuesta va acompañada de una alternativa para financiarlo.
Según el mandatario, este será «el primer año de superávit fiscal sin entrar en default en toda la historia argentina».
Milei volvió a cargar contra el gasto público, asegurando que los políticos tienen una «compulsión inagotable por el gasto público que no conoce restricción presupuestaria alguna».
Al mismo tiempo, arremetió contra «el modelo de la casta», que, según él, la clase política ha adornado «con buenas intenciones». «Por años los hemos escuchado hablar de justicia social, que no solo no es justa, sino que extremadamente violenta, porque implica sacarles a unos para darle a otros, basada en un principio inconsistente que dice que donde hay una necesidad hay un derecho», dijo.
«La reducción del gasto para lograr el superávit va a estar en el centro de la solución», subrayó.
El mandatario destacó tres objetivos «inéditos» de su proyecto presupuestario:
- «Blindar el equilibro fiscal para siempre», lo que permitirá acabar «con el castigo de la deuda y la emisión».
- «Obligar al Estado hacerse cargo y absorber los efectos de las perturbaciones en la economía».
- «Obligar a devolver el exceso de recaudación a la sociedad» en los periodos de abundancia, lo que, según el, llevará en el futuro a la reducción de los impuestos y del tamaño del Estado.
Según el jefe de Estado, gracias a la «megareforma del Estado» van a alcanzarse «niveles de libertad económica similares a los de Alemania, Francia o Italia».
Para concluir, el mandatario instó al Congreso a debatir el proyecto «con la seriedad y responsabilidad que la situación actual requiere».
«Sepan, miembros de este honorable Congreso, que la decisión de en qué lado de la historia quieren quedar es suya. Luego, será la ciudadanía la que los coloque en la avenida de los justos o en la esquina de las ratas miserables que apostaron contra el país y su gente», declaró.