Berlín no levantará las restricciones sobre su armamento más avanzado, incluso si otros aliados de Kiev lo hacen, ha dicho la canciller alemana.
Alemania no permitirá que sus armas de largo alcance se utilicen para ataques ucranianos en el interior de Rusia, incluso si otros estados deciden hacerlo, dijo el canciller Olaf Scholz.
Washington y Londres han sugerido que podrían permitir a Kiev utilizar misiles como el ATACMS, de fabricación estadounidense, y el Storm Shadow, de fabricación británica, para alcanzar dichos objetivos.
Berlín mantiene su política de no permitir que Ucrania utilice armas de largo alcance proporcionadas por Alemania para tales ataques, dijo Scholz el sábado en una sesión de preguntas y respuestas en Prenzlau, Brandeburgo.
«Me mantengo firme en mi postura, incluso si otros países deciden algo diferente», afirmó Scholz. «No lo haré porque creo que es un problema».
Alemania es el segundo mayor donante militar de Ucrania después de Estados Unidos. Berlín ha proporcionado o prometido más de 28.000 millones de euros (31.000 millones de dólares) en ayuda letal a Kiev desde el inicio del conflicto con Rusia, según datos del sitio web del Gobierno Federal.
Sin embargo, hasta ahora Berlín se ha negado a seguir el ejemplo de Gran Bretaña y Francia y a suministrar a Ucrania misiles de largo alcance. En mayo, Scholz explicó que el suministro de misiles Taurus con un alcance de 500 kilómetros (310 millas) a Ucrania equivaldría a la participación directa de Berlín en el conflicto.
“Sólo sería sostenible lanzar [estas armas] si determinamos y definimos los objetivos nosotros mismos, y eso tampoco es posible si no queremos ser parte de este conflicto”, enfatizó.
El jueves, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió a las potencias occidentales que no sigan intensificando las hostilidades. “No estamos hablando de permitir o prohibir que el régimen de Kiev ataque territorio ruso”, explicó Putin, señalando que Ucrania ya lo estaba haciendo.
Ucrania ha utilizado misiles ATACMS y Storm Shadow suministrados por Occidente para atacar objetivos en Crimea y el Donbass (territorios rusos que Kiev reclama como propios), lo que ha provocado múltiples víctimas civiles.
Kiev carece de la capacidad de utilizar de forma independiente los sistemas occidentales de largo alcance, explicó Putin.
La elección de los objetivos de estos ataques depende de la información de los satélites de la OTAN, mientras que las soluciones de disparo “sólo pueden ser introducidas por personal militar de la OTAN”.
“Esto significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos lucharán contra Rusia”, subrayó Putin. Esta participación directa cambiará “la esencia misma, la naturaleza misma del conflicto” , lo que significa que Rusia tendrá que “tomar decisiones adecuadas sobre las amenazas”, advirtió el líder ruso.
En junio, Putin prometió que Moscú derribaría cualquier misil utilizado en ataques de largo alcance y tomaría represalias contra los responsables. Una posible respuesta sería enviar armamento de alta tecnología similar a las fuerzas que están en conflicto con Occidente.